Extra

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Ink habia llegado a casa luego de clases, Error le estaba esperando afuera, ya que el albino solo iría a dejar sus cosas para luego arreglarse y salir, lo mismo que haria el pelinegro luego.

Al entrar pudo ver como estaba Mafia sentado en el sofá viendo la televisión mientras que Zephyr estaba cocinando.

Ya se habia acostumbrado a ver a Mafia en casa, por lo que dejó de impresionarse y solo lo saludaba. Despues de todo le daba dinero sin pedirselo, ¿Quién se negaría a aceptar tal generosidad?

-Hola Mafia, Hola Zeph.- Saludó Ink sonriendo mientras entraba, ya iba camino a su cuarto.

-Hola, Chico.- Saludó Mafia, dejando de ver la pantalla para ver al recién llegado.

-¡Hey! ¿A dónde vas?-Llamó la atención Zephyr al ver como este se iba de largo.

Ink se detuvo y le vió.

-Bueno... Iba a arreglarme, en un tato voy a tener una cita con Error.-Dijo emocionado.

-¿Y planeabas no decirme?-

-Pues... No pensé que fuese tan necesario. ¿Puedo ir?...-

-¡Claro que sí! Solo... Decia que no olvides avisarme para no tener que preocuparme por tu tardanza.-

-¡Entiendo!- Ink fue a su cuarto rápidamente.

Por otra parte, Zephyr suspiró angustiado. Realmente estaba feliz de que su hermano ahora tuviera a Error, quien parecia ser una gran persona.

Sin embargo, aún tenía miedo.

















Era de madrugada, probablemente las 1 de la mañana.

Zephyr sabia que su horario variaba. Iba en el carro junto a Mafia, camino a su casa.

Al inicio Mafia le dejaba donde le recogía, pero luego cuando lo veia casi siempre y se dio cuenta que no era tan malo, incluso se tomo la libertad de decirle donde vivia. Despues de todo, a Mafia tampoco le gustaba la idea de dejarlo solo tan tarde vagando por las calles.

Zephyr miraba por la ventana, no iba a una velocidad tan rápida e iban con las ventanas abajo, el albino sintiendo el aire nocturno.

Pero vió algo que no pensó fuera real, sin embargo, el miedo estaba allí.

-¡PARA EL AUTO!- Gritó Zephyr, haciendo que Mafia frenara de golpe sin entender que pasaba.

Sin dejarle tiempo de preguntarle al menor, Zephyr salió corriendo del carro hacia un callejón.

Hubiese deseado que fuese una pesadilla.

Pero allí estaba su pequeño hermanito, lastimado, habia sangre en el suelo. Y respiraba tan debilmente, en una noche tan fria.

Las lagrimas no paraban de salir, mientras lo cargaba y lo subia al auto en la parte de atrás.

Mafia iba a preguntar, pero al ver la expresión tan dolorosa de Zephyr, decidio solamente ayudar sin preguntar la situación.

-Por favor, vamos a casa.- Pidió Zephyr.

-...Puedo... Conseguir un doctor y que vaya allá. Tengo uno muy bueno, es de la familia y...-

-Puedo encargarme, solo... Quiero llegar rápido a casa...-

Mafia no habló más y fue a llevarlo a su casa.

Realmente no le extrañó su respuesta, habia escuchado eso antes de Zephyr. Sabía que basicamente era un doctor, tenia grandes conocimientos medicos ya que eso lo habia estudiado. Pero no pudo trabajar por su tio. Quién le decia que debia seguir el "negocio".

Al llegar a casa, atendió las heridas de Ink, mientras este se mantenia acostado en su cama.

Lo limpió, le cambió la ropa, atendió sus heridas y vendó otras. Aún llorando.

Mafia le esperaba en la sala. Pero podia escuchar el llanto de Zephyr.

Luego de que el albino terminara, bajó a ver a Mafia, quien le abrazó.

Iba a decir algo, pero sentia que iba a salir mal, asi que solo decidió abrazarlo.

















Zephyr solo tenía miedo de que su hermano volviera a sufrir cosas así.

Sabia que podia confiar en Error, pero queria estar seguro de todo, donde iba y cuanto tardaria.

Y Mafia sabia eso.

-Zeph.- Mafia habia apagado la televisión y fue donde Zephyr.

-Ah, estaba algo perdido, lo siento, ¿Dijiste algo?-

-No, simplemente te veia algo mal.-

-Estoy bien.-

-¡Listo!-Dijo Ink, quien habia llegado a la sala.

Mafia sonrió y miró a Ink.

-Hey, ¿Sabes que, pequeño?- Dijo Mafia.

-¿Qué?-Preguntó Ink.

-Hay una noticia que debes saber.-

-¿Una noticia?-

-Tu hermano y yo nos vamos a casar.-

Ink se habia sorprendido por la noticia, aunque era más emoción. El que sí parecia sorprendido era Zephyr.

-¿Enserio?-Preguntó Ink emocionado.

-Así es.- Afirmo Mafia.

-¡Genial! ¡Felicidades, Zephyr!- Felicitó Ink a su hermano.

-...Eh... Si, si...- Zephyr miro a Mafia, al parecer tendrian una charla luego.

-¡Que la pasen bien! No olviden invitarme a la boda.- Dijo Ink, para luego irse, dejando a la pareja sola.

-...¿Casarnos?-Dijo Zephyr, viendo a Mafia.

-Ups, ¿Hablé de más?- Respondio Mafia con una sonrisa traviesa.

-¿Porqué dijiste eso?-

-¿No era verdad? El chico y yo nos llevamos bien. ¿Qué hay de malo?-

-¡Que no es verdad!-

-Pero puede ser verdad.-

Zephyr quedó aún más nervioso con esa respuesta.

-Quítate ya ese anillo falso y acepta el de verdad.- Dijo Mafia, a la vez que se arrodillaba y sacaba una caja pequeña con un anillo dentro. -¿Te casarías conmigo, Zephyr? Aunque claro, no es pregunta, porque no puedes decirme que no. Ya Ink esta pensando en que ponerse.-

-...Eres un tonto...-

-¿Es un sí?-

-¿Tenía otra opción?-

Ambos rieron, Mafia se levantó y lo besó mientras le abrazaba de la cintura.

-¿De verdad le contaste antes a Ink para que no te dijera que no?-Preguntó Zephyr sonriendo.

-Bueno, es una buena táctica para que no te rechazen.-

-No podría rechazarte de cualquier manera.-

-Vamos, no me digas eso que siento que te estoy forzando a ir al altar conmigo.-

-¿Es que no lo estas haciendo?-

-Hablare con el cura para que no diga lo de si alguien se opone. Estás condenado a pasar tu vida conmigo.-

-Supongo que tendré que aceptar tal castigo.-

Volvieron a reir.

Zephyr pudo olvidar sus temores, para dejar pasar algo de luz a su oscuridad.

Ámame[ErrorInk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora