Tom se arrancó los pantalones a tirones y se metió de nuevo a la ducha poniendo el agua lo más fría que daba el mando de la ducha. Si por él hubiera sido la hubiera cogido allí mismo pero se merecía un buen castigo y no iba a ser él quien se dejara llevar por su pene.
Bajó su mirada para ver que su miembro palpitaba de deseo. Le dolía mucho pero aún podía soportarlo con tal de verla soportar un nuevo castigo. Uno que esperaba soportara, por el bien de su propio pene.****
______ bajó como pudo las escaleras al salón. Tom le había puesto unos calcetines y prestado unas zapatillas pero le estaban demasiado grandes y, a mitad del camino, se deshizo de ellas. El jersey y los pantalones tampoco le quedaban bien pero estar rodeada de su olor era más que suficiente para que se los dejara puestos.Se acercó a uno de los muebles y observó las fotografías. En una de ellas aparecía una mujer con tres niños pequeños iguales entre sí. Todos sonreían felices. Otra imagen era de él con tres mujeres a su alrededor. Paseó por el salón deteniéndose a ver las fotografías. Había muchas pero la que más le gustó fue la de Tom en el suelo de un jardín rodeado por siete niños de distintas edades.
-Son mis sobrinos. - Le dijo bajando la escalera.
______ volteó a verlo y se derritió de deseo por ese hombre. Tom le había dejado unos boxers para cubrir sus partes y que no le rozara el pantalón y se puso aún más caliente al pensar que el miembro de él había tocado algo que ahora estaba tan cerca de ella.
-Eres muy familiar. Tienes muchísimas fotos.
-Me gustan las familias numerosas. En eso no me parezco mucho a mis hermanas.
-Tienes tres, ¿verdad? - Tom asintió. - Se parecen entre ustedes.
-Salvo en el sentido de la responsabilidad... - Murmuró.
Tom miró el reloj antes de mirarla a ella.
-¿Tienes hambre?
-No mucha.
-Encenderé la chimenea para que caliente la habitación. ¿Quieres algo de beber?
-Un refresco estaría bien. No quiero ver ni una gota de alcohol en mi cuerpo durante un tiempo.
Él sonrió y dio la impresión que aguantaba la risa. Se acercó a la chimenea y se agachó para encenderla. ______ le contemplaba maravillada. Se había puesto unos pantalones negros de pijama y una camisa también a juego que tenía desabrochada lo suficiente como para ver el nacimiento de su vello en el pecho.
Se mordió el labio al bajar y ver su trasero tan firme y duro que le daban ganas de acercarse, tocarlo y hacer muchas cosas pervertidas más. De pronto pensó que no necesitaba la chimenea para caldear la habitación, solo a Tom.
-Profesor...
-Tom - Rectificó él. - Ahora puedes llamarme Tom.
-Vale... Tom. - Olas de placer estremecieron su cuerpo al pronunciar su nombre y sentir que entre ellos nacía tal intimidad. Estaba segura de que a él le había pasado lo mismo. - Debería irme a casa.
-Son más de las una de la mañana. Te quedarás aquí y por la mañana te llevaré a tu casa.
-Pero...
-Tampoco creo que vayas a dormir mucho. - Interrumpió dejándola boquiabierta.
Tom se levantó y la miró. Esbozó una sonrisa lujuriosa y salió hacia la cocina.
-Si tienes que llamar a alguien para avisar el teléfono está al lado del televisor.
______ se acercó al teléfono y marcó el número de Sarah esperando pillarla despierta y, por supuesto, que no estuviera con algún o algunos de los suyos en una situación que le imposibilitara responder.
Tras el cuarto tono la voz de Sarah le rompió el tímpano.
-¡Papa Noel te ha escuchado! - Gritó lo más fuerte que pudo.
-¿¡Quieres bajar el tono de voz!? ¿¡Y cómo sabías que era yo!? Dime ahora qué hago.
-Mujer, no querrás que te explique lo que tienes que hacer, ¿verdad? Creo que ya eres mayorcita para saber qué pasa entre un hombre y una mujer.
-No me refiero a eso, nosotros ya...
-¡No jodas! ¿¡Ya lo han hecho!?
-¡¡No!! Bueno, no del todo... Mira, esto no es para hablarlo por teléfono.
-Tienes razón, quiero detalles y eso solo lo conseguiría viendo tu cara mientras me lo cuentas. Pero antes de pasar a otro tema... ¿La tiene grande?
-¡Sarah! - Gritó.
-¿Pasa algo? - Tom se asomó por la puerta al escuchar el grito.
-No... Nada... Lo siento. - Dijo colorada. Él no se quedó muy satisfecho pero volvió a la cocina.
-Joder, me has dejado sorda.
-Mira quién fue a hablar.
-Bueno, ¿qué quieres?
-No voy a poder ir al piso hasta mañana..
-Mira que bien... ¡Chicos, ya tenemos sitio! - Gritó un poco más separada del teléfono.
-¡Hey! No metas okupas.
-No son okupas. Son amigos míos. Además, solo son dos. Ya sabes que las cosas, dobles, sientan mejor.
______ negó con la cabeza. Nunca iba a poder entender a Sarah y su forma de ver la vida.
-¿Por casualidad tomaste mi chaqueta?
-Si, la tengo conmigo. Te la dejaré en tu habitación cuando llegue. Junto a tu teléfono, las llaves y todo lo que habías metido. ¿Es que tus pantalones no tenían bolsillos?
-Me hacían formas muy feas. - Oyó suspirar a Sarah y sonrió.
-Bueno, ¿algo más?
-No... Si... Feliz Navidad.
-Escúchame bien, ______. Sea como sea tienes lo que querías; no lo eches a perder. Y quiero detalles. Si es necesario apunta todo.
-Metiche...
-Yo también te quiero. - Replicó ella colgándole.
Tom salió de la cocina con un vaso lleno de naranjada y se lo dio a ______.
-¿Todo arreglado?
-Si. Gracias por dejarme llamar.
-No hay de qué. Puedes sentarte, estarás cansada.
-Gracias.
______ se sentó en el sofá mientras él la observaba apoyado en la puerta que daba al jardín. No le quitaba los ojos de encima lo que empezaba a excitarla.
-¿Vives solo? - Preguntó con el objetivo de centrarse en la conversación y no en los temblores que su vagina empezaba a enviarle para que se encargara de ella.
-Si.
-¿Y tus padres?
-Viven con mi hermana menor y su marido. ¿Qué hay de ti?
-Vivo en un apartamento con Sarah. Mis padres viven en otra ciudad así que mientras hago la carrera estoy fuera de su radio de influencia.
-Lo que quiere decir que haces lo que quieres.
-Dentro de un límite.
-¿La seducción entra en ese límite?
-¿Qué?
-¿Por qué ese chico te echó encima la bebida?
-Estaba borracho. - Contestó quitándole importancia. - Todos hacemos algo de lo que arrepentirnos cuando estamos borrachos. ¿Estás celoso? - Le preguntó atónita por lo que estaba descubriendo. ¿Realmente sentía celos de Jake?
-Quería que le respondieras algo. - Comentó obviando la pregunta pero afectado por ella.
-¿Me estabas espiando?
-No. Solo pasaba por allí para coger mi coche. El restaurante donde nos reunimos mi familia estaba cerca de allí. Te vi hablando con tu amiga.
-Sarah...me preguntó qué era lo que quería como regalo de Papá Noel.
-¿Y?
-¡No pienso decírtelo! Si no se lo dije a Jake, ¿por qué iba a decírtelo a ti?
-Porque sabes que yo puedo castigarte si no me obedeces. - Contestó con tranquilidad pero ese tono de voz envió una oleada de vibraciones a su vientre y éste se contrajo.
-Le dije que quería...
-No vale mentir. - Cortó él acercándose a ella. Le quitó el vaso ya vacío y lo colocó sobre la mesa que había al lado del sofá. - ¿Qué pediste?
-A ti. - Respondió mirándolo a los ojos y esperando sorpresa.
Una sonrisa atravesó el rostro de Tom.
-Levántate y desnúdate. Quiero mirar el premio que me ha tocado.
-Quien te pidió fui yo. - Replicó ella.
-Pero soy yo quien va a disfrutar de ti. - Contraatacó él.
______ se levantó del sofá y se puso delante de la chimenea. Había una alfombra debajo que la protegía del frío del suelo y el fuego de la chimenea la mantendría caliente hasta que él la tocara incendiándola.
-Desnúdate. - Repitió él mientras se sentaba en el sofá con su copa en la mano.
Ella se miró sin saber bien qué quitarse primero para excitarlo más. Miró a su entrepierna y vio que estaba ya duro. Sin duda hiciera lo que hiciera no necesitaba estimularlo mucho.
Se lamió los labios con su lengua y tomo la cinturilla de los pantalones para deslizarlos fuera de sus piernas. Al tener que agacharse para sacarlos de las piernas se dio la vuelta para que Tom tuviera una buena vista de su trasero con los boxers que él le había dado.
Sentía su mirada recorriéndole todo lo que iba dejando libre de ropa y ese roce, aunque no fuera físico, empezaba a quemarle. Era como si su mirada pudiera tocarla y pronto sintió que le faltaba el aire.
Se quitó los calcetines y al incorporarse sus miradas conectaron robándole un gemido y haciendo que cerrara sus piernas conteniéndose. Si seguía así se correría sin que la hubiera tocado.
-Las piernas abiertas,______. - Le informó él con seriedad.
Ella las abrió de nuevo y cogió el jersey para quitárselo lentamente para hacerle sufrir. Cuando se lo levantó por la cabeza solo le quedaba deslizarlo por sus brazos pero al abrir los ojos se encontró con Tom delante suyo.
-Mantén esa postura. No te muevas hasta que yo te lo diga.
______ lo miró contrariada pero hizo lo que le pedía y se quedó quieta mientras él volvía al sofá y se sentaba con las piernas abiertas. Su erección parecía más grande que antes y la excitación que ella tenía también había crecido al tenerlo tan cerca.
Ahora su mirada la recorría por todas partes. Aún cuando echaba un trago de su bebida la miraba. Los jadeos se multiplicaron y notaba que los boxers se mojaban y empezaban a gotear; su sexo palpitando y temblando de expectación. Llevaba así varios minutos y no parecía que se cansara de mirarla solamente. Iba a tener un orgasmo delante de él y ni siquiera la había tocado. ¿Qué influencia tenía él en su cuerpo?
-Córrete ______. - Siseó él.
Como si él le hubiese presionado un botón, su orgasmo salió disparado y se corrió por segunda vez cayendo de rodillas mientras los espasmos dominaban todo su cuerpo. Tras unos minutos en los que pudo recuperarse lo miró.
-Ven aquí.
Ella se quitó del todo el jersey y gateó hacia él incapaz de sostenerse en sus piernas después de ese nuevo orgasmo. Se metió entre sus piernas y se sentó sobre los muslos para mirarlo. Él se inclinó sobre ella y la tomo por los hombros para levantarla un poco sin que dejaran las rodillas el suelo.
-Quiero comerme mi postre... Y ese postre eres tú. - Le dijo tomandole la barbilla y besándola apasionadamente.
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Profesor de Regalo (Tom felton y tu)
Teen Fiction______(tn),lleva casi dos años enamorada de su profesor de Universidad, pero no se atreve a confesarse .Tras una interrupción poco afortunada en la clase, tiene que ir al despacho de éste para descubrir que, afortunadamente, los sentimientos que ell...