Orfanato Para Monstruos: La Niña Buena.

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Todos los días le digo a la Madre Superiora: Sor Andrea que algo me vigila en las noches. Ella no me creé.
-Yo* Madre, Madre! Siento una presencia en las noches, alguien me mira desde arriba del armario mientras duermo!
+Eres una niña muy asustadiza, quizás aún le tienes miedo a la oscuridad.
-A la oscuridad no, a eso, a lo que sea que me esté mirando.
+Esta es la casa de Dios, aquí nada puede hacerte daño.
MATALOS A TODOS, MATALOS A TODOS!!
Claro a la niña de 10 años nadie le creé nada, como es huérfana y se quemó la mitad de la cara en un incendio a la niña nadie le creé nada.
En este lugar solo tengo un amigo, nunca me ha dicho su nombre pero es mi amigo, vive en las paredes y me susurra cuando no hay nadie más en la habitación. Siempre me ayuda en mis jugarretas me dice a donde ir y por donde evitar las guardias nocturnas de las hermanas del convento.
MATALOS A TODOS, MATALOS A TODOS!
No se como serán los otros orfanatos pero este es extraño los niños desaparecen pero sus cosas no y está él, me dice que siempre ha estado aquí que es como yo, alguien que nunca nadie va a adoptar. Aquí nunca adoptan a nadie de todas formas, todos somos feos, indeseables, marcados por trágicos accidentes o deformidades de nacimiento.
MATALOS A TODOS, MATALOS A TODOS!
Yo estoy resignada a vivir aquí el resto de la vida, no es una existencia particularmente aburrida, siempre tengo mis travesuras y a mi amigo, si porque las muñecas y los peluches me aburren. Siempre procuro no abrir mi ojo derecho, si, el quemado, a la gente no le gusta como se ve pero cuando lo hago escucho algo que me gusta mucho: MATALOS A TODOS, MATALOS A TODOS!
Hoy haré una de mis jugarretas como le hago a los niños que me miran feo. Sor Andrea debe venir a darme las buenas noches y apagar la vela en pocos minutos. Él me dijo que ya está a abriendo la puerta, ya yo estoy sobre el armario con el candelabro en la mano. Ahora Sor Andrea deberá creerme.
MATALOS A TODOS, MATALOS A TODOS!
Si, eso haré, uno a uno.

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