<la vida son instantes que se cruzan
En el tiempo, la locura más brillante
Puede estar ocurriendo>
—Alex Ubago
Nunca le tomé importancia a los detalles.
Cuando mi madre celebraba las reuniones me hostigaban bastante, nunca me gustó el tiempo de calidad con mi familia.
Pero ahora...
Recordar que siempre cuando planeaban una foto me alejaba y nunca conversaba de nada me hacía tener un nudo en la garganta.
24 de diciembre del 2016.
Observo a mis primos y cuando ellos me observan les doy una sonrisa amable.
—Hora de la foto familiar—anuncia mi madre.
Ruedo los ojos y me alejo, sé que Julie y Luisa han notado mi fastidio por la mirada de advertencia que me dirige la última. Suelto un suspiro y me acerco. Maldición, odio las fotos.
No sé dónde colocarme por lo que espero a que todos se junten y me coloco atrás, donde no puedan verme.
—Colócate más adelante Venus—me dice Edward, el novio de Luisa con una mirada burlona. El pendejo sabe que odio las fotos.
—Tu deberías estar en la esquina, ya sabes—me encoje de hombros—. Es más fácil para recortar cuando te separes de Luisa.
Él me hace caras y yo me rio un poco. Luisa rueda los ojos y se coloca para salir en la foto. Suspiro y sonrío tensa, el clic y el flash hace saber que la cámara ya hizo su trabajo
Me alejo de las personas y me coloco en mi habitación y de ahí me hago la dormida a la espera de las doce cuando dan los regalos para irme de nuevo a mi habitación.
28 de noviembre del 2015.
Demasiada tarea.
Suspiré con pesar al ver lo que me faltaba, odiaba hacer la terea tanto como odiaba el K-pop.
— ¿flojera?
Observé a Clara entrar en la sala, sus ojos verdes se veían divertidos y comprensivos con mi situación.
—me quiero tirar del cuarto piso. —bufé
— ¡hey! —Se quejó— ¡la frase es mía!
—Por eso—me reí—. Ni siquiera hay cuarto piso, esa frase es completamente ilógica.
—te lo he explicado—rueda los ojos. Se sienta a mi lado y continúa—: voy al tercer piso, me subo a una escalera y ¡listo! Cuarto piso resuelto.
—eres extraña
—me amas así—guiña un ojo y yo no puedo evitar reír.
En ese momento Luisa pasa por la sala y nos mira, entrecierra los ojos como si hiciéramos algo sospechoso.
— ¿Qué están haciendo?
Ni siquiera hay momento de responder cuando se va a la sala, ella siempre pregunta y luego se va. Esta loca. Luego de unos segundos Chester pasa por sala meneando su colita, va hacia nosotras y Clara le acaricia la cabeza.
— ¿vemos si chilla cuando tocamos la flauta?
Me encojo de hombros y ella corre hacia el cuarto de Luisa de donde regresa con la flauta dulce entres sus manos.
—Presta—la tomo de su mano y en mi boca coloco la boquilla, soplo haciendo que un sonido agudo salga del instrumento.
—Mierda—maldice Clara—. Esa cosa puede romper ventanas.
Observo a Chester que mueve su colita como si nada, el sonido no surtió efecto en el can pero si en mi prima. Miro los orificios del instrumento y trato de poder hacer un sonido decente pero nada funciona.
— ¿sabes dónde está mi celular?
—En el cuarto de mi tía—ella va al cuarto y vuelve con el dispositivo en su mano— ¿Qué piensas hacer?
—a aprender a no ser el nuevo rompe ventanas del dos mil quince.
Voy a google y busco cuales son los sonidos de la flauta. Una imagen de donde debo poner cada dedo para hacer una nota me ayuda. Coloco los dedos y tratando de tener todo los huequillos tapados, hago como lo dice la imagen y luego de más o menos media hora puedo hacer un sonido decente.
—Mejor—me felicita clara.
—Siempre hago lo mejor—hago pose de diva y luego las dos rompemos a carcajadas.
— ¡Venus, la terea que no se hace sola!
La voz de mi madre hace que me calle y luego comience de nuevo con las horribles tareas.
Que idiota era.
Siempre ese era mi pensamiento al ver las fotos familiares tratando de buscarme hasta que recuerdo que jamás aparezco por únicamente mi culpa. Aunque me decía que el próximo año si saldría me iba y no aparecía hasta que terminara ese momento.
—párate.
Moví mi cabeza hacia la puerta. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba ahí. Lo obedecí con suspicacia, él entro y me tomo de la muñeca. Salimos del lugar y llegamos a una cocina, el me sentó frente a un plato de fruta y luego él se puso a dos metros de mi observándome.
—Come—me ordena
Tomé con mis manos el trozo de naranja y lo tragué con lentitud, sé que no iba a estar envenenado, era demasiado fácil. Luego agarré el pedazo de fresa y la pera para comerlo con algo de velocidad, tenía hambre.
En el último bocado Matt me agarró con fuerza e brazo levantándome con brusquedad.
Me jala fuera de la casa.
Es de día, parecer ser de mañana.
Miro por sobre hombro y me doy cuenta que mi hombro está sucio, horriblemente sucio. Observo mi cuerpo está de igual manera. Matt me conduce por un sendero y trato de identificar donde estoy pero no me parece para nada parecido este lugar.
— ¡Au!
Matt se detiene a observarme. Levanto mi pie que está completamente manchado de sangre y hago una mueca de dolor, me he clavado algo en la planta del pie y está sangrando mucho.
—Siéntate—sisea.
Miro detrás de mí un tronco y me siento en él. El saca de su chaqueta un vendaje y se agacha a mi altura frente a mí.
¿Va...? ¿Va a curarme?
Él me extiende el vendaje y antes de tomarlo Matt lo aleja y me aprieta muy fuerte mi mano haciendo que me salga una queja.
Él acerca su rostro y en un susurro bajo me advierte:
—Intenta escapar y te ahorco con esto—mueve el vendaje es su mano.
Trago saliva, Matt se levanta y me tira el vendaje en mis piernas. Él se aleja unos metros, como unos veinte pero todavía puedo verlo y sé que el también. Me coloco el vendaje y me levanto apoyándome en el árbol. Matt vuelve y me toma de la muñeca nuevamente para seguir jalándome.
El vendaje hace que deje de doler pero sigue sintiéndose un pequeño pinchazo en cada pisada. Poco a poco el suelo deja de sentirse duro por las ramas y hojas hasta sentirse solamente pasto. Miro al frente y observo una estructura alta, su pintura hasta desgastada llena en muchas partes de carbón.
El hospital psiquiátrico de Black.
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Matt (Pausada) 1
Mystery / Thrilleresta es la historia de un cazador. está historia no empieza así: un pueblo. un chico nuevo en el. la chica ingenua. primero: aquí él chico siempre estuvo, éste pueblo no es normal, sus habitantes ya saben de él y la chica no es una ingenua. aquí soy...