El tratado...
Dios mío, han roto el tratado.
¿Qué ha hecho?
El pequeño Pitter estaba petrificado. Mi cuerpo tembló cuando de lejos, vi las siluetas de Matt y Drey aparecer.
Se detuvieron a unos metros y sus rostros fríos observaron al cadáver de Léx. Sin dejar un segundo, Drey sacó un arma y le disparo al pequeño dejando que callera en el suelo muerto.
El rostro manchado en sangre de Drey termino teniendo una sonrisa sádica.
—hora de ser verdaderamente cazados pueblo Black.
Dijo de Drey y Matt lo siguió con una sonrisa cínica.
—feliz día de los cazados.
Sentí los brazos de Katia tomarme y alejarme de la ventana.
—hay que escondernos.
Katia tomo mi mano y llevándome a las escaleras.
Tenía miedo.
El tratado se ha roto.
Bajamos las escaleras pero un ruido en la puerta nos detuvo.
No.
No, no, no...
La puerta se abrió dejando ver a los causantes de mis pesadillas.
Drey con su rostro ensangrentado sonrió al ver a mi prima.
—Drey... por favor no hagas esto—suplico mi prima mientras me atraía detrás de ella.
—nos vamos a divertir.
Todo fue un caos.
Grite fuerte cuando se acercaron a nosotras y corrí a las escaleras.
Pero todo fue inútil.
Drey tomo a mi prima y Matt me llevaba más a dentro de mi casa...
— ¡Katia! —mi garganta ardió al gritar aquello.
— ¡venus! —Su voz sonaba lejana— ¡suéltame, venus huye!
— ¡Katia!
No sabía que hacia; mí mente estaba en shock pero sabía que pasaba: iba a morir.
Iba a morir sin despedirme de los que quería.
No supe más de mí, mi mente iba y venía y parecía inconsciente.
Supe que me sentaron en un lugar.
Supe que amarraron mis manos.
Supe que estaba en mi sótano.
—conque tu eres la primita Flynn—regresé un poco a mí con esas palabras y puedo observarlo de soslayo.
Su ropa era negra, tal vez para camuflarse en la oscuridad y su piel contrastaba con su ropa por lo blanca que era.
Y sus ojos...
Con solo levantar un poco la vista observe unos ojos azules que era intimidantes, fríos, y muertos.
Él se acercó a mí y su mano fría tomo mi barbilla.
—ahora mismo estarás hiendo al infierno.
Miedo.
Me estremecí y unas lágrimas cayeron sin ser posibles guardarlas, la impotencia de no poder poner mucha resistencia me hacía querer llorar. No tenía oportunidad.
— ¿Qué pasa? —Su voz era burlona pero no tenía el valor para verlo a los ojos—. ¿No quieres morir?
Lloré. Un sollozo salió de mi garganta y más lágrimas de mis ojos, cerré los parpados pero seguía convulsionando mientras sollozaba y lagrimeaba sin parar.
—por favor... por favor.
Mi voz no se escuchaba del todo bien, hipeaba y eso hacía más difícil la tarea de rogar por mi vida aunque sé que es inútil.
Matt rio. Pude observarlo, él tenía una gran sonrisa en su rostro lleno de satisfacción por mis suplicas. Sus ojos azules ya no parecían estar sin vida, parecía que la locura y mis palabras los encendían dejándolos de un azul mucho más fuerte y vivaz.
—Eso es...—se acercó y me acaricio el rostro. Me estremecí de miedo—. Sigue rogando, sigue haciéndolo...
Cerré los ojos y negué con la cabeza llorando un poco más. El miedo me tenía apresada y parecía que no quería soltarme jamás.
Lo sentí alejarse pero seguí con mis ojos cerrados con la cabeza agachada y llorando.
—dile a los chicos que el tratado se rompió... Léx está muerto... vengan todos los del este y sur... Drey está ocupado, estoy a cargo... es una orden.
De golpe. Sentí un fuerte dolor en mi rostro haciendo que dejase de llorar completamente y mis ojos se abrieran. Gire mi rostro y observé a Matt, la vida en sus ojos ya no existía otra vez estaban muertos y fríos.
—Cierra la maldita boca—ordenó.
Apreté los labios y baje de nuevo la cabeza mientras también apretaba los ojos para no llorar más pero era imposible. Las lágrimas salían pero sin algún sonido de mi boca.
Dos disparos se escucharon y me sobresalte. Subí mi vista al techo pero fue inútil ya que era imposible ver desde mi lugar y en mi condición.
Katia...
— ¡¡NO, DREY NO LO HAGAS!! ¡¡PAPÁ NO!!
¿Qué está pasando?
Matt salió del sótano y yo trate de saltar mis manos pero era inútil. Seguí escuchando los gritos de mi prima, hablaba con mi tío y con Drey.
— ¡KATIA! —Grité pero parecía no escucharme— ¡KATIA, KATIA!
— ¡EL VA A MATARME DE TODAS FORMAS!
¿Matarla? No...
Trate de mover mis brazos, que por casualidad las cuerdas estuvieran podridas pero no. Las cuerdas son las nuevas que tenía a simple vista.
Un disparo.
Ningún ruido.
La voz de Katia ya no se escuchaba.
Katia...
—¡¡KATIA!! —grite y mis voz se quebró.
Matt bajo de nuevo y me observo.
—Katia... ¿Dónde está ella? —lloré—. Katia...
Matt se acercó a mí y tomo mi rostro apretando fuerte mi boca. Abrí mi boca y al instante sentí como algo entro.
Mi visión comenzó a verse borrosa y mi cuerpo dejaba de contestar bien a mis llamados. Era una sensación de sueño, como si nunca hubiera dormido y esta era mi oportunidad.
Trataba de mantener mis ojos abiertos pero a la vez ellos querían cerrarse, dejé de sentir miedo y esos sentimientos que me ahogaban y se sintió tan... bien.
—duerme de una vez Venus—escuche su voz pero en este momento no me causaba miedo. Ahora podía hacer lo que quisiera conmigo y yo no me opondría si solo dejara esta sensación tan pacífica en mi cuerpo.
Sentí como quitó la sogas de mis manos y como me tomo de manera descuidada en su hombro.
Como subimos. Observé mi casa ya que sabía que era la última vez que la vería.
Mi cuerpo se sentía adormecido y mi mente de igual manera.
Pero luego, solo cerré los ojos y me dejé caer en la inconciencia.
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Matt (Pausada) 1
Misterio / Suspensoesta es la historia de un cazador. está historia no empieza así: un pueblo. un chico nuevo en el. la chica ingenua. primero: aquí él chico siempre estuvo, éste pueblo no es normal, sus habitantes ya saben de él y la chica no es una ingenua. aquí soy...