ii. Oh Juny, las promesas son para cumplirse

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JaeMin, por supuesto, llamó.

—¿Quién dices? —RenJun preguntó, perplejo y cerrando con más fuerza su mano alrededor del teléfono.

—JaeMin. Prometí llamarte, ¿lo recuerdas? No fue difícil conseguir tu número, DongHyuck lo tenía.

—Uhm, sí. Solo que...creí que quien no se acordaría serías tú —dijo con sinceridad. JaeMin rió, el sonido de su alegre carcajada fluyendo por la línea y RenJun se estremeció.

—¿Cómo no llamarte? —dijo con delicadeza cuando todo rastro de risa se perdió—. Quiero invitarte a salir.

No, gracias, pensó RenJun de inmediato con consternación. Esto había ido lejos. Absurdamente lejos.

—Tengo mucho que hacer, ¿sabes?, y no...

—Sé que no hice una primera buena impresión, pero dame otra oportunidad. No vas a arrepentirte.

Su estómago dio saltos ante la afirmación.

—Apuesto a que no... —soltó sin pensarlo en un susurro que fue lo suficientemente alto para que JaeMin lo escuchase.

Algo en este hombre le atraía inexorablemente. Y era estúpido, porque no lo conocía y la única vez que lo había vista estaba con demasiados tragos encima.

—Una cita y nada más. Si no funciona, lo olvidamos y listo.

—Uh... está bien—aceptó RenJun para su propio desconcierto y el rostro de DongHyuck se arrastró hacia su mente, apareciendo sus ojos verdes y su sonrisa... y también apareció JaeMin jugando con su piercing. Encima de todo, apareció esa sucesión de letras horrible: "Juny".

Cuando colgó, recurrió a todas sus herramientas de autoengaño para convencerse de que no estaba encerrándose en un callejón sin salida. Sin poder lograr bien su cometido, gruñó y enterró la cabeza en sus manos.

JaeMin apareció diez minutos tarde. RenJun había estado tamborileando los dedos en la mesa del pequeño café, evaluando a cada segundo levantarse y irse.

—Lo siento, había mucho tránsito.

La visión de JaeMin le quitó un poco el aliento y le hizo negar la cabeza, musitando un "no importa".

Y bueno, no importaba. Odiaba a las personas impuntuales, aunque fuese por solo unos escasos segundos. Odiaba ser tomado por una mujer, pero en ese instante, todo era recompensado por el hombre extremadamente atractivo que estaba a corta distancia y portaba una sonrisa demoledora.

—¿Llevas mucho esperando? —RenJun negó—. Bien. ¿Quieres pedir algo más o irnos de una vez? Te tengo algo preparado.

—¿Una sorpresa? —preguntó con una exaltación que no pudo ocultar.

—Podría decirse. Qué dices, ¿vamos? —RenJun amaba las sorpresas. Asintió y con rapidez se levantó, agarrando su bolso—. Luces linda —dijo JaeMin mientras subían a su auto y RenJun sonrió con tanta sinceridad como no lo hubiera imaginado.

Horas antes, frente a su armario y decidiendo qué ponerse, se había sentido como el tonto que sabía que era por seguir esa farsa, pero esas dos simples palabras le habían hecho en serio "linda". El pensamiento le perturbó y negando con la cabeza de forma breve, centró su atención en JaeMin.

En el fondo, había esperado que JaeMin fuese uno de esos hombres que lazan frases estúpidas y repetidas, con una conversación aburrida y superficial, sin embargo, no resultó ser precisamente así.

—¿Así que eres periodista? No lo hubiera imaginado. —JaeMin encogió los hombros.

—No te dejes llevar por las apariencias —recomendó con una sonrisa—. Es genial. Me pagan por escribir reseñas de conciertos y festivales de música, y tengo la posibilidad de entrevistar a muchos personajes del medio. Tengo suerte, la música es mi gran pasión y escribir no está tan mal.

𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞 𝐚 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 '𝐉𝐀𝐄𝐌𝐑𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora