Corría la primera semana de diciembre cuando el Sr. Harvey le anunció a su hija que solicitaban en la Universidad de Harvad su presencia para una entrevista de trabajo, por lo que debía ausentarse por unos cuatro días. Noticia que Kat afrontó con una sorprendente calma y madurez que su padre no esperaba.
-No hay ningún problema papá, puedo hacerme cargo de la casa yo sola, ya tengo suficiente edad para eso- expresó -Tú ve tranquilo. Yo estaré bien aquí con Casper y sus tíos. Te aseguro que no cualquier chica tiene de su lado a cuatro fantasmas para protegerla- le hizo ver -Confía en mí-
El Sr. Harvey recapacitando en que aquello era una irrefutable verdad, decidió empezar a organizar su equipaje sin llamar a la agencia de niñeras como tenía planeado en un principio, pero eso sí, encomendándosela por su propia cuenta a sus ya buenos amigos para así poder partir más tranquilo.
De tal forma, con la seguridad de alguien que puede hacerse cargo sola de la casa donde vive por unos cuantos días, así se tratase ésta de una mansión embrujada (que por lo mismo lugar más seguro no podía haber), Kat se dedicó por entero a la puesta en marcha de su gran proyecto y en esta ocasión con un fiel ayudante a su lado, quien para variar sería también el conejillo de indias en que se experimentara. Todo, mientras como punto a favor el trío de revoltosos hermanos espectros andaba tan ocupado en sus salidas a juergas que en ningún momento los molestaron, bastándoles con saber que ambos se encontraban dentro de la casa a las horas debidas.
-¡Esto está casi listo!- indicó así ella muy orgullosa de sí misma la tarde del segundo día, luego de terminar de pasarle un plumero a la increíble invención de Lazarus -No por nada pienso quemarme también las pestañas en un futuro hasta lograr mi Doctorado en Química- añadió.
Y aunque Casper se sintió contento de escucharla compartirle otro de sus sueños, que no tenía duda que con su tenacidad alcanzaría, también se advirtió triste, sabiendo que de no funcionar el experimento, un día (que podía ser muy cercano) ella se iría y era seguro que no la volvería a ver.
-¿Cuando eso suceda me llevarías contigo?- no pudo evitar consultarle y Kat antes de responder, un poco sonrojada por la pregunta que le tomara de sorpresa, sonrió de esa manera sincera que le salía del alma y que él tanto adoraba.
-Por supuesto que sí tontito. A donde quiera que vaya, tú irás conmigo-
Por ello esa misma noche, por suerte de amanecer sábado, en que no tenía que levantarse temprano para ir a la escuela; con nerviosismo pero por igual llena de emoción, la joven científica decidió que era el momento perfecto de ejecutar el experimento.
-Es hora- le dijo a su mejor amigo luego de cerrar el gran libro en el que repasara por centésima vez el debido procedimiento a llevar a cabo para no equivocarse, y de verificar con vista rápida que todo estuviera en su sitio en el Laboratorio, como los enchufes bien conectados, la botella con el "Elixir de la Resurrección" en su debido compartimento y en especial la correcta indicación seleccionada en el panel de control de la máquina sobre la edad a la que debía volver a la vida el resucitado: "14 años". La misma edad que ella.
Mientras tanto el joven fantasma, aun en el fondo un poco temeroso (tal como sabía lo estaba también ella misma aunque procuraba no darlo a notar) de que las cosas no salieran bien y tanto trabajo realizado pudiera ser en vano, con valentía afrontó la situación y volvió a tomar su sitio dentro de Lazarus (el sitio que su padre ubicara dentro de la tenebrosa máquina pensando únicamente en él y en regresarlo a la vida para después destruirla, como leyeran en su diario), al igual que la tarde de finales de Octubre en que las cosas por cuestiones del destino no resultaran a su favor.
Se miraron ambos con preocupación a través de la ventanilla una última vez luego de que se cerrara la puerta y antes de que empezara a funcionar debidamente de nuevo el enorme artefacto... Ella con el temor de fallarle y ocasionarle una desilusión, más que importarle que no valiera nada todo el esfuerzo que pusiera en la labor, y él con el temor de ver su carita de tristeza en el caso de que fracasaran. Con todo, Casper asintió dejándole saber que estaba listo y Kat a su señal enseguida con determinación se volteó hacia el panel de control y con un poco de fuerza activó la palanca que encendía a Lazarus.
El aparato comenzó a andar de inmediato echando vapor, remeciéndose y haciendo tintinear las demás luces del lugar al igual que poco después provocó que temblara también el suelo. La botella con la fórmula mística y mágica que tanto trabajo dio preparar comenzó entonces de a poco a vaciarse mientras giraba sujeta en su concavidad y aunque Kat no alcanzaba a ver nada de lo que acontecía dentro debido a la gran cantidad de vaporización y luz que cubría la pequeña ventana de la cabina donde se encontraba su amigo, pidió al cielo desde lo más profundo de su corazón que todo resultara bien.
Un inesperado sobrevoltaje sin embargo se suscitó produciendo que la máquina empezara a emitir un chillido extraño que le hizo taparse los oídos y no suficiente con esto terminó por irse la energía eléctrica. Algo que le dejó claro aunque le fuera duro de asimilar que la obsoleta maquinaria no tenía la fuerza necesaria para funcionar dos veces.
Acuclillándose así en medio de esa tétrica oscuridad que de no ser porque se sabía acompañada de su mejor amigo (que ya de nuevo vivo o todavía de espectro debía continuar allí) le hubiera aterrorizado y vuelto loca como a cualquiera, le llamó temerosa de haber fallado.
-¿...Casper?-
Él demoró varios segundos que se le asemejaron a minutos en contestar, hasta que apareció encendiendo una linternita frente a ella.
-Aquí estoy Kat, ¿Qué tal me veo de nuevo vivo?-
Su natural candidez le llenó como siempre de ternura aún por encima de su tristeza al ver que la cuestión no había dado resultado, por lo que le sonrió con valentía cuando todo lo que quería era llorar y como respuesta únicamente negó con la cabeza.
-No importa, al menos lo intentamos- el abatido fantasmita dejando caer los hombros procedió así a sentarse en el suelo junto a ella -No te sientas mal si no funcionó, tú lo hiciste bien. Serás una gran científica Kat y yo estaré siempre apoyándote... así no sea a tu lado- le animó, entendiendo que ella debía crecer y llegado el tiempo seguir su propio camino. Decidió en ese mismo momento dejarla ir.
Kat lo entendió así y sin poder soportarlo más, escondió la cara entre sus manos poniéndose a llorar.
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Continuará...
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PEDIRÉ UN DESEO POR TI
FanfictionEn la noche de la fiesta de Halloween, Kat deseó estar por siempre junto a su mejor amigo... y poco después se le ocurrió una manera científica de conseguir lograrlo en realidad, de traerlo de regreso a la vida. (Una historia inspirada en la pelíc...