PARTE VIII (Por siempre)

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Cuando Casper despertó del sueño más lúcido que alguna vez tuviera, no atinó a adivinar enseguida qué hora era, pero un atisbo del cielo apenas oscurecido en el que ya se podían ver brillar las estrellas le indicó que debía tratarse del crepúsculo. La nevada había pasado para entonces, dando cabida a una noche clara.

¿Qué había ocurrido? Toda su anterior angustia le parecía parte de una pesadilla lejana. Un temor que terminó de disolverse luego cuando vio a su compañera de aventuras abrir los ojos de nuevo al mundo y observarlo tranquilamente como si nada.

-Buenas noches joven Sr. McFadden- le saludó Kat, con una suave sonrisa pintándosele en el rostro para lo que él en respuesta, después de quedarla contemplando maravillado durante unos segundos como si fuese lo más increíble que existiese sobre la faz de la Tierra... y sin alegrarse tanto siquiera de comprobar que continuaba vivo como de que lo estuviese ella... lo único que hizo fue estrecharla muy fuerte contra su pecho, hasta que ambos pudieron escucharse mutuamente los latidos del corazón.

-¡Oh, gracias, gracias!- profirió desde su alma al cielo, comprendiendo que se les había otorgado una nueva oportunidad a los dos.

-Casper... no puedo respirar- profirió entonces Kat en un hilo de voz, ante lo que él de inmediato expresándole sus disculpas, disminuyó la intensidad del abrazo.

-Lo siento jeje, fue la emoción- excusó riéndose y rascándose la nuca, mientras notaba con alegría que ella continuaba sintiéndose bien en su compañía y sobre todo ya no media cohibida por su apariencia humana como en un principio por la mañana; y esa sensación de complicidad que se tenían continuaba siendo lo mejor del mundo.

-Casper sabes, soñé con mi mamá... aunque no recuerdo muy bien lo que me decía- le compartió Kat de repente–...Pero estábamos tú y yo allí, conversando con ella-

A él se le vinieron al instante a la mente flashbacks del mismo sueño pero en cambio sí lo recordó a totalidad y sobre todo las palabras que Amelia le dirigiera:

...."Tus oraciones fueron escuchadas pequeño Casper y gracias a tu corazón noble, valiente, desinteresado y lleno de amor, se les concedió a ambos la oportunidad de vivir. Hagan por favor que su existencia valga la pena"...

Aún retumbaban dentro de su cabeza la dulce forma de hablar del ángel en que se había transformado la mamá de Kat, quien además guiñándole un ojo al final, le había dejado saber que les otorgaba luz verde para que pudiesen en un futuro seguir un camino juntos.

..."Lo haré mi señora, no se preocupe. Yo se la cuidaré a Kat y la amaré hasta el final de mis días. Se lo prometo"...

..."Confío en ti Casper. Es probable que mi niña no recuerde lo que hablamos los tres aquí en este limbo de sueños, por eso te pido que le reiteres cuanto la amo y le digas que velaré por ella cada día de su vida, así no me pueda ver"...

-Me dijo que me ama y que me cuida- sin embargo Kat con los ojos llenos de lágrimas, aún acostada boca arriba en la cama, recordó

-Ella siempre va a estar contigo así no la puedas ver- Casper le dijo secándole suavemente con el dorso de la mano las mejillas, mientras rememoraba a la vez que en medio de ese mundo onírico del que recién despertaran, había logrado ver también a otro ángel...Su padre.

No recordaba, al igual que Kat con su progenitora, bien qué le había dicho, aparte de unas pocas frases y su propia espontánea reacción de lanzarse a abrazarlo ni bien lo divisara salir de la bruma que en derredor todo cubría.

"Estoy orgulloso de ti hijo mío, tenlo presente siempre"

"Gracias papá. Un día nos volveremos a ver, ¿cierto?"

PEDIRÉ UN DESEO POR TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora