Decisions [Rubius, Mangel y Tú]

No es tan malo como parece.

Con quien más me reí de todos fue con Mangel, era tan divertido y espontáneo... ¡Nunca sabes qué va a hacer a continuación!

Terminaron de grabar el gameplay y seguían riendo, se ve que son muy buenos amigos.
Rubius se lo estaba pasando muy bien y no paraba de reír. Había veces en las que parecía buen chico, como cuando estaba riendo, pero hay otras veces en las que es un completo estúpido... ¿Será bipolar?
- Chicos, voy a bajar a comprar unos Monsters, ¿vale? -dijo Rubén.

Rubén se fue y me quedé sola con los demás.
- ¿Lo estás pasando bien ____? -me preguntó Mangel.
- Sí, mucho. -sonreí- Sois muy divertidos.
- ¿Quieres jugar una partida con nosotros? -me preguntó Alexby.
- ¡Vale! -contesté.

Nos pusimos a jugar los cuatro y yo le pregunté a los chicos:
- ¿Por qué Rubius se ha comportado tan mal conmigo? ¿Él es así?
- No suele ser así. -contestó Cheeto.
- Si no es así... ¿Por qué sí lo es conmigo? -se me saltaron algunas lágrimas.

Los chicos intentaron consolarme, y Mangel se acercó corriendo a darme un abrazo.
- ¿Quieres saber qué le pasa? -me dijo Mangel- Lleva un tiempo sin subir vídeos y los fans le están agobiando pidiéndole que suba más. Ayer me dijo que no se encontraba inspirado para grabar ningún vídeo, pero que se veía obligado a subir alguno porque sentía que estaba defraudando a sus fans.
- ¿En serio es eso? -dije secándome las lágrimas- Me siento una estúpida por pensar mal de él.
- Es normal que pensaras así -me dijo Alexby, que intentaba consolarme.
- ¡Ya estoy aquí! -dijo Rubén con unas latas de Monster en la mano- ¿Queréis?
- Sí. -dijeron los chicos
- ____, ¿quieres? -me dijo con una sonrisa en los labios.
- Vale. -le contesté devolviéndole la sonrisa.

Estuvimos todos hablando y riendo. A Rubén se le veía más tranquilo y animado y eso me gustaba.
- ¡Son las 00:00 de la noche! -grité al mirar mi reloj- Es supertarde, tengo que irme ya, mi casa está a una hora de aquí.
- ¿Tan lejos está? -preguntó Cheeto.
- Sí. -le contesté.
- No puedo dejar que te vayas sola tan tarde hasta tu casa. -me dijo Rubén- Quédate a dormir.
- Pero si no tengo pijama ni nada. -contesté.
- Eso no es problema, puedo dejarte uno mío.

No es que me importara la idea de quedarme a dormir en casa de Rubén, de hecho, sabía que algún día tendría que pasar, ya que soy su manager y "no puedo separarme de él", es solo que no esperaba que fuera tan pronto. Pero la verdad, es que no me gusta conducir tan tarde, así que acabé aceptando sin rechistar.
- Bueno, vale. Si no te importa...
- ¡Claro que no me importa!

Me despedí de los chicos y se fueron.
Me quedé sola en casa con Rubén.