Buenas noches Rubén.

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- Duerme conmigo. -le dije.

- ¿Cómo? -me preguntó nervioso.
- ¡No me malinterpretes! -reí- No me he explicado bien. Me refería a que pusieras el colchón al lado de la cama y no tuvieras que llevarlo hasta el salón.
- ¡Ah vale! Ahora entiendo. -me dijo riendo- Vale, pues dejaré aquí el colchón.

Puso el colchón al lado de la cama. Se tiró de cabeza y yo empecé a reír intentando no hacer mucho ruido, ya que era muy tarde.
Me acosté en la cama.

- Buenas noches ____.
- Buenas noches Rubén.

Me sentía muy bien con este chico. Era divertido, gracioso, amable... ¡Y guapo! ¿Qué más se le puede pedir a la vida?
A la mañana siguiente... O más bien, a la tarde siguiente. Me desperté a las 14:00, miré a Rubén, que seguía dormido.
Tenía muchas ganas de entrar al baño, así que me levanté intentando hacer el menor ruido posible. Para salir tuve que pasar por encima del colchón de Rubén, así que fui lo más despacio posible.
Cuando ya salté su colchón, algo me agarró el tobillo. Pegué un grito descomunal, era Rubén.

- ¿Te he asustado? -me preguntó riendo.
- ¡Claro que me has asustado! ¡Pensaba que eras un asesino! -dije seria- ¡Y no te rías de mí!
- ¡No me estoy riendo de ti pedazo de tonta!

Me agarró de las rodillas y me tiró en su colchón, empezamos a reír.
Acabé tumbada junto a él, mirándonos fijamente.

- ¿Me dejas ir a mear capullo?
- Claro que sí damisela. -me dijo bromeando- Es usted tan delicada como una bella flor. -volvimos a reír.

Me levanté y fui al baño. Me lavé las manos y la cara y fui hasta la habitación. Rubén se había vuelto a quedar dormido, así que cerré su puerta, fui hasta el salón y puse la tele. Me senté en el sofá y al rato se subieron las gatas conmigo. Parece que les caí bien, se arrimaban a mí para que las acariciara.
Al cabo de una hora o así Rubén se levantó y fue hasta el salón mientras se frotaba los ojos.

- Buenos días princeso. -le dije.
- Buenos días. -me sonrió- ¿Cómo has dormido?
- Bien, ¿y tú?
- Fatal. -me dijo mientras se sentaba en el sofá- Había una chica en mi habitación que no paraba de roncar...
- ¿¡Perdona!? ¡Yo no ronco!
- Sí que roncas. -empezó a reír.
- Dime que es mentira. ¡Qué vergüenza!
- ¡Pues claro que es mentira! Era una broma. ¿Tienes hambre?
- Me muero de hambre.
- ¿Quieres que vayamos a comer fuera?
- Creo que no es conveniente que salgas solo con una chica... Las fans pueden pensar mal.
- Que piensen lo que quieran. -dijo mientras se levantaba del sofá- Me muero de hambre y aquí ya no queda comida. Vístete que nos vamos. -me dijo mientras me cogía de la mano para que me levantara.
- Como usted mande señor Doblas.

Me puse la misma ropa del día anterior, básicamente porque no tenía otra. Rubén se vistió y cuando estuvimos a punto de irnos sonó el timbre. Eran Mangel, Cheeto y Alex.

- ¿Qué hacéis aquí? -preguntó Rubén.
- Que venimos a verte. -le contestó Mangel- Hola ____.

Saludé a todos los chicos con dos besos.

- Íbamos a ir a comer fuera, ¿venís?
- Sí, claro. -contestaron todos.

Fuimos a comer a un Mcdonald's.
Cuando terminamos de comer yo me despedí de los chicos para irme a mi casa.

Estuve en casa toda la semana hasta que llegó el jueves. El viernes tenía que ir con Rubén a Barcelona.
Estuve hablando con él por WhatsApp para quedar e ir juntos a la estación de trenes mientras preparaba la maleta para pasar allí el fin de semana.

- Vente a mi casa a dormir esta noche. -me dijo en el mensaje.
- Vale. Termino de preparar la maleta y voy.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2015 ⏰

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