El enfado

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Al ver la puerta, esta vez, no fue Guillermo quién la abrió, fue Alfredo ¿por qué? Pues, creo que por una vez se interesó por lo que pasaría después (no como yo), al abrirla, como antes todo desde nuestro punto de vista estaba oscuro, algo de lo que no me agradaba. 😟
Al entrar, como no, había un laarrgo camino oscuro, o como pensé, un laargoooo pasillo. 😩
Aunque, exageré, porque no fue tan largo.
Al llegar al final del pasillo, vimos otra habitación grande a la que por lo menos, podían caber 1000 personas, perdón, he exagerado 100 personas. Sí, era una habitación enorme, creo que un poco más grande que las demás, pero, es que la verdad no encuentro diferencia.
De repente, aquel polvo tan conocido, volvió a emerger de la nada. Ese polvo empezó a juntarse, hasta que formó a una persona a la que llevaba una etiqueta que ponía...

¡Cid!

¡No es posible!

Lo peor de todo es que llevaba una espada de verdad y que era muy probable que nos matase, pero, no lo hizo, fue extraño ver eso hasta que apareció un grabado en el suelo, delante nuestra.

"Tiempo, debéis decir, pero, el incorrecto será castigado"

Eso es lo que ponía en el grabado, y la verdad es que a veces esos grabados dan más miedo de lo que deberían dar. Bueno, primero, pienso que hay que decir una época, pero, si fallamos, es posible que nos ataque. Ahora, ¿cuando murió o cuando nació el Cid?
Eso es difícil de saber. Habrá que hacerlo al azar, ahora, todo depende de Guillermo que es al que le da bien la Geografía e historia y las leyendas. 🌍
Guillermo, miró seriamente al ser echo de polvo verde.

– ¡1099!– gritó Guillermo.

El ser, empezó a "derretirse" hasta que el polvo cayó al suelo. Al principio pensaba que ese era el final de la prueba aunque me extrañaba que fuera tan corta la prueba, y bueno, tenía mucha razón, de repente, el polvo volvió a formar a otra persona, y bueno, ¿a que no sabéis quién era? Bueno....

¡Era Leonardo da Vinci!😨

Hombre, para mí es importante, a mí me encanta la pintura, y sobre todo la suya, aunque conozco a más pintores.
Al verlo, no me resistí y grité:

– ¡1519!–

Y pasó lo mismo que pasó con el Cid.
De repente, cuando el polvo había formado al siguiente, me di cuenta de que era...

¡Alejandro Magno!

Pero, eso no era lo único, al ver a Guillermo pensativo me puso nerviosa, nunca había estado pensando tanto Guillermo por las fechas (que es lo que se le da mejor de la historia).
Pero, yo no era la única preocupada, a Rocío la veía bastante asustada, pero, sin embargo, a Alfredo no, estaba en su máxima concentración pensando en la solución de este ejercicio.

– ¡323 antes de Cristo!– gritó Alfredo.

El personaje, se "derritió" y el polvo desapareció. De repente, apareció otra puerta de color verde.
Al ver aquello, sonreí, miré a los demás y dí un paso alante.

– Chicos, el tesoro está tras esa puerta, cuando lo consigamos nos iremos a nuestra casa– dije alegre.

– ¿Cómo lo sabes?– preguntó Alfredo dudoso.

– ¿Qué?– pregunté.

– Que ¿cómo lo sabes?– repitió Alfredo.

– Emmmm... Vistes las pistas ¿verdad?– pregunté.

– Sí, pero no decían que después de eso íbamos a irnos– dijo Alfredo.

– Emmm... Bueno, tienes razón pero...– intenté terminar la frase, pero Alfredo me interrumpió.

– ¿Ves? No vamos a salir nunca de aquí chicos– dijo Alfredo pesimista.

En ese momento, me enfadé tantísimo, que.... Abrí la puerta para alejarme de ellos. Después la cerré sin que ellos pasasen y al cerrarla, la puerta desapareció. 😨
En ese momento el pánico abundó en mí, y sólo podía pensar en que iban a morir por mi culpa. Ese pensamiento sólo me traía estrés, amargura, tristeza y agobio. Dentro de mí en ese momento sólo había dolor. Empecé a golpear lo que había delante de mí (o sea, la pared) mientras que gritaba "puerta vuelve" pero eso no me ayudó, "¡ábrete sésamo!" también grité aunque fue toda una pérdida de tiempo. Empecé a llorar por el agobio que cargaba en mi interior.

La búsqueda del tesoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora