Después de que mis compañeros del trabajo decidieran acompañarme (aunque me odiaran y yo a ellos) seguimos nuestro camino.
Mientras que caminábamos por el oscuro túnel, vimos al fondo una brillante antorcha que iluminaba como si fuese un foco💡.
Al verla me alegré e intenté ir corriendo hacia ella pero, justo a unos metros antes de la antorcha vi algo muy extraño en el suelo.
Cuando vinieron todos y vieron el suelo lleno de casillas con extraños números pintados, uno de cada color.
En la pared había una nota escrita (bueno, grabada)."Los nombres de los primos de las matemáticas, eso os salvará de la muerte segura"
Eso, es lo que decía aquel grabado.
La verdad es que la primera impresión que te da es de miedo😨.
Aunque, cuando me di la vuelta, vi a Alfredo temblando de miedo, a Rocío seria y a Guillermo sonriente.¡¿Pero este niño no ha leído lo que pone o qué?!
Él, sonrió orgullosamente y dió un paso al frente, (sin tocar ninguna casilla).
– No creo que el colegio nos mate– dijo.
Guillermo dió un paso más, él alcanzó a tocar la primera casilla, que había pintado un 0. De repente, una flecha calló rápidamente al lado del pié de Guillermo. Justo después, cuando Guillermo quitó el pié de la casilla, la casilla se hundió y no se supo más de ella porque desapareció en una densa niebla de color rosa.
– Ya, que el cole no mata– dije antipática.
Tenía razones para serlo, gracias a él, me ya metido miedo a mí.
Pero, eso no es lo único, después de ver que eso era una trampa mortal, yo decidí irme (como todos los demás), pero al volver, vimos que la puerta se había cerrado y que para salir debíamos seguir con esta aventura.¡Genial!😨
Volvimos al lugar peligroso, en el que debíamos resolver el acertijo con números.
Volvimos a leer ese grabado y miré a Alfredo, que es el que sabía sobre este tema.¡Las mates!➕➖➗✖️
Él, miró al techo con los ojos iluminados. Supongo que sabía la respuesta y sabía cómo pasar.
– ¡Creo que lo sé!– gritó feliz Alfredo– creo que se refiere a los números primos–.
Él, se puso delante del puente de las casillas.
– Mirar, el dos es un número primo– dijo Alfredo.
Él dió un paso al frente situándose encima de la casilla donde estaba pintado el número dos.
Todos nos quedamos esperando a que pasara algo (creo que estábamos esperando una tragedia😂) pero, no pasó nada. Todos nos alegramos por él (aunque la verdad es que era mentira 😅).– Otro número primo es... ¡El tres!– dijo Alfredo.
Alfredo saltó de la casilla del dos a la del tres.
– ¡Pisar donde yo pise!– dijo Alfredo.
Yo, fui la primera que le siguió ¿por qué? Porque parece ser que nadie le creía en Alfredo (aunque si soy sincera, yo tampoco le creía😂).
Al saltar a la casilla, no pasó nada, en ese momento mi mente empezó a celebrar que yo seguía viva🎉.
Luego me siguieron los demás, hasta llegar a la otra mitad.Al llegar, Guillermo fue el que hizo el honor de cogerla y llevarla.
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La búsqueda del tesoro
Pertualangan¿Cómo te quedarías si descubres que en tu colegio hay un tesoro mágico? Pues a Ana, le ha pasado eso y está dispuesta a encontrar el tesoro, aunque tenga que hacerlo con gente que no le cae bien.