Capitulo 1

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FLUKE

De nuevo está aquí, año tras año sin dejar uno. Odio la navidad, esa época en la que debo ser un poco más falso de lo que lo soy a diario. Debo hacer que crean que les deseo lo mejor, que me interesa lo más mínimo sus vidas, cuando no es así en absoluto. Me encantaría que el mundo me tragara el 23 de diciembre y me escupiera en enero para no tener que pasar por este trago tan amargo.

Salgo de las oficinas del emporio que mi padre me legó y del que me debo hacer cargo, odio este trabajo, en mi círculo se vive solamente de las apariencias, y me preguntaréis si es un negocio de moda es lógico, pero no lo es.

Llevo una empresa inversora, o sea cogemos dinero de los demás, lo invertimos y ganamos más dinero. Cuanto más dinero tienes más debes cuidar tu imagen y reputación. La sociedad te dicta como ser y cómo actuar, nada de lo que ocurre a mi alrededor es verdadero, tampoco yo lo soy.

En cuanto piso la calle un hombre disfrazado con un traje rojo y una barba blanca, se acerca hasta mí y me dice:

- ¿Y tú que le pides a la navidad?
-No me gusta la navidad y yo tampoco a ella, pero si pudiera le pediría poder vivir otro tipo de vida- le digo y me alejo rápidamente por la acera hasta mi coche.

Hoy es un día especialmente frío que solo acentúa el frío que siento por dentro, la nieve no quiere caer, pero la carretera está helada y el coche de repente derrapa y pierdo el control totalmente. Es extraño, pero pienso que si muero en este momento no me importaría y ese simple pensamiento rompe mi corazón. Doy vueltas fuera de control y el coche se estrella contra un poste de la luz con una fuerte colisión que hace que mi mundo se torne negro por momentos.

Oigo sirenas a lo lejos vienen a ayudarme, pero ya no importa demasiado me he rendido y nada más tiene sentido para mí. Vuelvo a sumergirme en la cómoda oscuridad esperando no volver a despertar.

Mi mente está en una nube, escucho fragmentos de una conversación, una voz masculina, y muy bonita he de admitir, me cuenta algo que no entiendo bien.

-Hola, espero que puedas oírme, dicen los médicos que hablarles a las personas en coma es bueno. Pero llevo un mes hablando contigo y todavía no he conseguido una respuesta por tu parte. Pero soy bastante testarudo así que no te librarás de mí hasta que despiertes.
Como te iba contando ayer antes que nos interrumpieran, mi vaca Alicia ha tenido un ternero.

Es precioso y muy juguetón, pero esperaba que no heredara el carácter de su madre, está muy claro que no he tenido suerte con eso.
Esta tarde vendrá el veterinario a la granja a examinarlo y ponerles las vacunas pertinentes.

Por lo demás todo sigue igual, la chica de la tienda de piensos sigue echándome los tejos, no se da cuenta de que a mí las mujeres no me van, esto es un pueblo, al fin y al cabo, y no espero que lo entiendan del todo. De momento solo te lo he contado a ti, espero tener el valor de decírselo a mis padres cuando vengan para navidad, deberías despertar para ese entonces y echarme una mano con eso.

¿En coma? ¿Un mes?, ¿su vaca se llama Alicia? ¿Desde cuándo hay vacas en Nueva York? Miles de preguntas se arremolinan en mi mente confusa, intento abrir los ojos y enfocar a la persona que me habla. Mi visión es borrosa y mi garganta parece hecha de serrín, intento hablar pero mi voz no me responde. Trago saliva con dificultad y logro articular unas palabras.

- ¿Quién eres tú? - le pregunto al desconocido que me mira como su hubiese visto un
fantasma. Su pelo es negro como el carbón, brillante y muy suave. Sus ojos son tan negros como su pelo y profundos como nunca antes había visto. Me mira con sincera felicidad, pero yo no le he visto en mi vida, así que no sé porque está tan feliz.

Especiales De Navidad [Finalizados]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora