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Aoi Akane | Jibako shounen Hanako-kun

Aoi - Venga, ¿vamos yendo?
(...) - Igualmente ya hemos tardado a clase, que más da...
Aoi - ¡Pero mientras menos tardemos, mejor!
(...) - Son las siete de la mañana, ¿de donde sacas tanta energía? - Me queje.
Aoi - Hoy es viernes, anímate. -Sonrío, con inocencia, y me agarro del brazo para arrastrarme hasta clase.
Aoi - ¿Se puede entrar? - Pregunto ella.
Sensei - Si, pero que no se vuelva a repetir.
(...) - Lo siento, sensei...

(...) - Aoi... - Susurre para no levantar mucho la voz en clase.
Aoi - ¿Si, que sucede?
(...) - Préstame una goma, por favor. 
Aquella me dio una goma.
Arranque un trozo de mi libreta pequeño, y escribí en el papel:
Kou me ha pedido salir con el, ¿debería aceptar?
Doble la notita y la escondí en el cartón de aquella goma que me fue prestada y se la devolví.
(...) - Gracias.
El timbre sonó segundos después, agarre mi bendo y me fui con prisa de clase, sin siquiera esperar a la extrañada Aoi.
No ha visto la nota, ¿verdad?
Ande rápidamente tratando de no encontrarme con nadie en el camino hasta llegar a las taquillas, pero ese lugar no tardó en llenarse de gente.
Alguien me agarro del hombro repentinamente y me giré sobresaltada.
- Perdón, no quise asustarte... - Río, nervioso.
(...) - Kou...
Kou - Quisiera saber tu respuesta, por favor.
El es un chico rubio y de ojos azules, viene de una familia de exorcistas que combaten contra los misterios de esta escuela, si, es atractivo, pero... Yo estoy enamorada de Aoi.
Pero eso está mal, porque las dos somos chicas, y seguramente a ella no le van mucho las mujeres, y Kou parece una buena persona, debería intentarlo.
(...) - Aquí hay mucho jaleo, vamos fuera. - Agarre de la mano a Kou y lo arrastre conmigo hasta la piscina de la escuela.
Kou - Si nos pillan aquí...
(...) - Kou. - Dije, firme.
Kou - ¿S-Si?
(...) - ¿Por que te gusto?
Kou - Porque eres amable, guapa, inteligente... Y muchas más cosas. - Se sonrojo.
(...) - Yo... Gracias.
Kou - ¿Eso significa que te gustaría intentarlo...? - Pregunto, cauteloso.
(...) - Si.
Kou - ¿En serio?
(...) - En serio.

¿Está bien lo que estoy haciendo?

Kou, con vergüenza, me abrazo con fuerzas, pero tuvo que agacharse ya que no era de mi altura.
(...) - Ya tenemos que ir a clase. - Dije consultando mi reloj.

Ojalá hubiera sabido que Aoi me estaba viendo con los ojos cristalizados.

Ya era hora de irnos a casa, Kou se ofreció a acompañarme hasta casa, y no me quedo más remedio que aceptar.
Volví hasta las taquillas para cambiarme los zapatos e ir a casa con el.
Cuando iba a agarrar mis zapatos, una nota cayó en el suelo.
Me agache para agarrarla y leer su contenido.
No.
(...) - Aoi... - Murmure en un hilo de voz.
Kou - Te has puesto pálida, ¿estas bien?
(...) - Si, lo siento Kou, pero tengo que ir a casa de Aoi para acabar un trabajo.
Kou - Pues mañana nos vemos, supongo...
Le di un beso en la mejilla para demostrarle que lo sentía y me fui corriendo en dirección de la casa de Aoi.
(...) - ¡Aoi! - Abrí la puerta de su casa sin previo aviso y subí las escaleras para llegar a su habitación. - Acabo de ver tu respuesta, yo...
Aoi - (...), no es tu culpa, no pasa nada, estoy bien... - Pero sus mejillas rojas demostraban lo contrario.
(...) - No llores, no me gusta verte así... - Me fui hasta su cama, donde ella se encontraba, y la abrace, con tanta fuerza que caímos tumbadas.
Aoi - No se porque estoy llorando, tal vez es porque no quiero que te separes de mi...
(...) - Yo siempre estaré contigo, y lo sabes. - Le limpie las lágrimas con mi dedo índice con delicadeza.
Aoi - ¿Me lo prometes? - Levantó su dedo meñique con altas indicaciones para que entrelazara el mío.
(...) - Te lo prometo por mi vida. - Entrelace mi dedo con el suyo.
Aquella sonrío de manera tan pura e inocente que mi corazón empezó a later más fuerte.
Nos acomodamos en la cama sin prisa alguna, y aún abrazadas, nos dormimos involuntariamente.
Al menos, ella si.
Mire su mano, parecía hecha de porcelana, una porcelana tan débil que con solo tocarla se destruiría en innumerables pedazos.
Con delicadeza, la agarre y entrelace mis dedos con aquella, sorpresa la mía, ya que aquella apretó con fuerza mi mano.
(...) - Aoi... - Murmúreme, en voz baja.
Sonreí.

Abrí los ojos despacio, tratando de acostumbrarme a la luz solar que entraba por la ventana de Aoi, ella aun estaba en mis brazos, tenía su rostro escondido en mi pecho, y podía sentir su respiración chocar contra mi. Acaricie su cabello con delicadeza, que estaba suelto.
Aoi - ¿(...)? - Pregunto ella.
(...) - ¿S-Si, que sucede?
Pero no me respondió.
Extrañada, le mire el rostro, y ella estaba durmiendo.
¿Eso significa que... está soñando conmigo?
Mi rostro se tornó rojo carmesí de inmediato.
Ella se separó de mi, unos 20 centímetros, y se puso detrás de mi rostro, si no estuviera dormida, hubiera pensado que lo está haciendo adrede.
Acaricie su rostro, cautelosa, con miedo de que se despertara, pero aun así, se estremeció por unos segundos.
(...) - P-Perdón, Aoi...
Aoi - No pasa nada... - Murmuró mientras abría los ojos a duras penas. - Buenos días...
¿Como puede alguien ser tan perfecto y hermoso? Me derrite el corazón.
(...) - Yo... Lo siento. - Apoye mis manos con delicadeza sobre sus mejillas, pero luego la besé con fuerza.
Ella no se hecho atrás, estaba sorprendida, pero... no parecía molesta.
El beso se prolongó hasta que nos quedamos sin aire.
(...) - Debí preguntarte... - Me tape la cara con la manta.
Aoi - No, no hay ningún problema. - Volvió a sonreí, con un leve sonrojo.
(...) - ¡D-Deja de sonreír así! - Me di la vuelta.
Aoi - ¿Por que? - Rodeo mi cintura con sus pequeños y débiles brazos.
(...) - Porque no podré... controlarme.
Aoi - Que pervertida. - Río a carcajadas.
(...) - ¡O-Oye, no me refería a eso! - Incluso mis orejas se tornaron rojas.