Capítulo XVII

371 39 9
                                    

—Chuuya... No es necesario que tengas compasión de mí, entiendo que no me quieras y lo acepto... Jamás te obligaría a estar a mi lado —

Chuuya aún no podía componerse del shock emocional que estaba teniendo. Tenía dudas, pero una parte de él decía que no era el momento de dudar sino de actuar.

Había conseguido sentirse cómodo consigo mismo, era igual a cuando estaba en las pasarelas pero sin la necesidad de que lo aclamaran. Era un sentimiento de felicidad que le provocaba un hormigueo, se sentía capaz de hacer cualquier cosa y de demostrárselo al mundo. Había recuperado sus ganas de vivir.

Dazai comenzaba a intentar retirarlo, deseaba que ese abrazo congelará el tiempo y se quedará así por la eternidad pero todo era en vano, al final, había hecho las cosas mal y sabía que no sería correspondido. Solo le quedaba ese cálido abrazo como el recuerdo más hermoso de Chuuya.

—I-idiota, eres un estúpido idiota del que me he enamorado — el sonrojo de Chuuya era totalmente evidente, no le importaba si  después se burlaba de lo sucedido, quería abrazarlo y decirle cuánto le quería sin importar el qué dirán. —Te amo maldito desperdicio de vendas y te odio porque es tu maldita culpa que esté así, no puedo pensar con tranquilidad, el corazón se me acelera y todo por tu culpa. Si no estás dispuesto a aceptar te juro que en este momento te castro —

El tan emotivo momento que tenían se había esfumado convirtiéndose en temor para el castaño, nadie esperaría tal amenaza luego de creer que había sido rechazado por lo que solo se resigno y río con alivió. Por fin había logrado enamorar a Chuuya.

—¿E-estas seguro de lo que dices? No quiero que estés conmigo solo por lastima —

—No es nada de eso, realmente te quiero pero no estaba seguro de cómo poder expresarlo —

Poco a poco Dazai volteó para ver el rostro de Chuuya, con su mano acarició suavemente la mejilla del contrario como si fuera lo más frágil del mundo y acercándose poco a poco depósito un tierno beso en sus labios. Un beso que demostró más amor que mil palabras juntas, era cálido y sin segundas intenciones. Durante ese momento, solo necesitaban sentir esa unión, al fin y al cabo tendrían más tiempo para hacer otras cosas.

•••

Por las oscuras calles de Venecia, un pequeño café seguía atendiendo a los clientes, un azabache devastado tomó asiento queriendo entender el porque sus sentimientos no eran mutuos, no quería darle más importancia al asunto por lo que pidió una gran cantidad de golosinas y pasteles para luego retirarse.

Antes de salir, un pequeño mapache se le acercó intentando obtener algún bocadillo, cometido que casi cumple si no fuera por su dueño quien titubeante comenzó a disculparse con Ranpo, cosa que le llamo la atención unos segundos después de ver que en donde estaba sentado el castaño habían varios papeles desordenados y algunos arrugados.

—Perdonaré a tu mascota si me muestras en lo que estás trabajando — con una confianza como si se conocieran de años, el azabache se sentó junto al animalito regalándole un pedazo de pastel.

—B-bueno... Escribo novelas de misterio... Pero en este momento no estoy en mi mejor trabajo, n-no entiendo que le falta pero sé que está vacía —

—Agradece que yo, Ranpo Edogawa, el mejor detective que podrás conocer te hará el favor de leer tu novela —

—G-gracias, y pagaré por lo que Karl se ha comido —

—El pastel se lo obsequiaré, pero aún no me has dicho tu nombre, no puedo dirigirme a tí si no se como llamarte —

—Lo lamento, m-mi nombre es Edgar Allan Poe, pero solo dime Poe —

Pasaron las horas y el azabache olvidó porque había llegado a la cafetería en primer lugar, la presencia de Poe le agradaba por lo que no dudó en decirle que se volvieran a ver.

•••

Dazai no se contuvo y comenzó a besar y acariciar al pelirrojo, no iban mal intencionados a pesar de que Chuuya aún desconfiaba de lo que podría hacer Dazai hasta que se preguntó porque si ya había logrado el objetivo de Dazai aún no desaparecían las orejas.

—Dazai, ¿Por qué aún tengo las orejas? —.

—Oh Chuuya, ¿ya viste qué linda se ve la luna hoy?, es una buena noche para suicidarse ¿no lo crees?— empezó a actuar como tonto evitando responder la pregunta de Chuuya, no podía decirle que esas orejas definitivamente iban a desaparecer después de 6 meses sin necesidad de hacer nada. —Solo te diré que ya no te convertirás en gato. Agradecemé, soy una persona muy bondadosa —
Mentira nuevamente, desde hace un mes el efecto había pasado, pero el exceso de trabajo de Chuuya no había notado sus cambios. Era por esa razón que podía trabajar hasta altas horas de la noche.

Chuuya comenzando a molestarse por no obtener respuesta, por solo esa ocasión se resignaría y no seguiría insistiendo. Quería pasar bellos momentos al lado del castaño así que decidió usar las orejas para algo más que solo cumplir el trato.

—Oye Dazai, hace mucho que no tengo sexo, te doy solo está oportunidad y si no me siento satisfecho no me veras hasta dentro de un mes — se recostó en la cama esperando la respuesta de Dazai aún a sabiendas de que ni siquiera él podría dejar de verlo durante tanto tiempo.

—Oye Dazai, hace mucho que no tengo sexo, te doy solo está oportunidad y si no me siento satisfecho no me veras hasta dentro de un mes — se recostó en la cama esperando la respuesta de Dazai aún a sabiendas de que ni siquiera él podría dejar de ve...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dazai no dudo ni un segundo para aceptar, se abalanzó sobre Chuuya y comenzó a dejarle un camino de tiernos besos sobre el cuello que iban descendiendo poco a poco. (Aquí no hay hard, si quieren hard vayan a mi otra historia o esperen la que publicaré pronto).

Ya dispuestos a dormir, Chuuya empujó a Dazai de la cama haciendo que este cayera al suelo.

—¿Qué te pasa Chuuya? —lo decía más en un tono de reproche que de preocupación mientras se sobaba el brazo.

—Estuviste entrando a mi casa mientras yo estaba en España maldito desperdicio de vendas, nunca te di permiso para hacerlo —.

—Así que el detective te lo contó eh. Creí que era bueno guardando secretos, incluso se lo iba a compensar —.

—El hizo lo correcto, así que no se te ocurra hacerle algo malo o te las verás conmigo, idiota — Chuuya se dio la media vuelta envolviendose con las sábanas para poder dormir. Mañana se vería con Kouyou y odiaba ser impuntual.

Buenos días mis amores, solo para decirles que ya estamos a un poco más de la mitad de la historia.

También para celebrar que la historia ya llegó a las 1,35k de visitas, muchísimas gracias a los lectores los amo mucho ♥️

Nos vemos en la próxima actualización

Cariño... No eres indispensable SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora