La Simulación (Final Abierto)

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#OneShot #Stony #CapHydra

- No deberías estar aquí - la voz de Steve era amenazante.
- ¿Qué acabo de ver, Steve? - El omega dentro de la armadura estaba en shock.
- Lo que debí hacer hace mucho tiempo, acabar con todos...

Steve Rogers sonaba cómo un paranoico. Su bello uniforme patriota estaba tintado de la sangre de aquellos que alguna vez fueron sus amigos, así como su mirada era de un carmesí intenso y no azul cielo.

- Tú no eres Steve... ¿Dónde está mi esposo? - preguntó, abriendo el casco de su armadura y mirando con odio al rubio en frente de él.
- Anthony Edward Stark, soy yo, tu esposo y amante por casi 5 años. Aquí estoy mi amor - dijo el gran capitán abriendo sus brazos para recibirlo.
- ¡NO! ¡TÚ NO ERES MI ESPOSO! - gritó colérico - ¡MI ESPOSO JAMÁS HABRÍA HECHO ESTO! - Habló señalando su entorno y a los cuerpos caídos - Mí esposo jamás habría cometido semejante matanza, jamás habría dañado a sus amigos...- la consternación se apoderó del cuerpo del castaño.
- El plan era asesinarlos a todos - dijo Steve con suficiencia, acercándose al otro - Eso te incluía en este patético grupo - caminó entre los muertos para intentar abrazar al otro - El plan era acabar con todos ustedes y así ayudara Hydra a ejercer el control completo del mundo - cuando iba a abrazar a Iron Man, sintió un fuerte manotazo, pero eso no le detuvo - Pero me enamoré de ti tanto tanto, que no pude hacerlo. El plan era acabar con todos hace 3 años, pero... - Hydra nuevamente se acercó  pero esta vez forzó un abrazo con Tony - Cundo me di cuenta de todo lo que sentía por ti ya era demasiado tarde para ejecutar el plan... Tony, mi Tony... Te amo tanto que soy capaz de todo por ti, por nosotros, por nuestro cachorro.
- ¿Acaso tú....? - el asombro en los ojos del omega fue genuino y lleno de terror.
- Tu olor ha cambiado en el último mes. Pensé que era por que llevas mi marca en tu cuello, que es relativamente reciente así como nuestro matrimonio formal... pero el olor que, a pesar de ser suave, es constante - dijo suficiente - Esperas a mí cachorro, Tony.

Steve soltó el cuerpo de Tony para luego acariciar su mejilla. El castaño removió la mano del rubio de un solo golpe muy brusco,  para después escupir en su cara.

- Ya no quiero a este cachorro - dijo con odio - No si es hijo de un ser tan despreciable como tú... - se podía palpar la animadversión que sentía hacia el capitán.

Steve  tomó sus palabras como un cuchillo afilado que atravesó su alma, espíritu y orgullo. En un arranque de locura, tomó su propia arma y se apuntó en la sien.

- Si me dejas, voy a terminar con mi vida - dijo, pasando la bala - No tengo nada más por qué vivir.
- ¿Y crees que eso me importa? - respondió el genio, sus ojos reflejaban el odio que había comenzado a sentir por el otro - Si acabas o no con tu vida, no es mi asunto.
- ¡DEJÉ CASI TODO POR TI! ¡DEJÉ QUE TODOS MIS PLANES SE POSPUSIERAN Y DE QUE CASI TODO SE FUERA A LA MIERDA POR TI! - gritó colérico y de su boca saltaron algunas gotas de saliva hacia la cara de IronMan, el cual ni siquiera se inmutó. Su cara se deformó en una mueca maniática de locura absoluta; apretó con fuerza la culata de su arma y presionó con aún más ahínco sobre su cabeza - ¡SI YO MUERO ANTHONY, TU VIDA ACABA CONMIGO! ¡¿ACASO CREES QUE ALGUIEN TE PROTEGERÁ CUANDO YO NO ESTÉ?! ¡NADIE LO HARÁ! ¡ESTÁS VIVO GRACIAS A MÍ PROTECCIÓN! - gritó con descontrol.
- Pues te ayudo a desaparecer... - y dicho esto, Tony levantó su mano y encendió el propulsor, apuntando a su esposo.

Fue en cámara lenta cuando cerró sus ojos llenos de lágrimas lanzando el rayo hacia el otro y...

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El castaño despertó de golpe, sudado, nervioso, su corazón estaba a mil.
Miró a su alrededor, como buscando ubicarse... y se percató que estaba en su habitación.

Estaba en su gran cama y junto a él también estaba el amor de su vida, su alfa, su marido y compañero, Steve.
Tony, aún confundido, se sentó en el borde de la misma, intentando aclarar sus pensamientos.

¿Acaso todo fue un sueño? Y si así era  ¿por qué todo era tan real? ¿por qué tenía tanto miedo en su interior?

Al sentir el movimiento en la cama, el rubio capitán despertó y rápidamente se acercó al castaño.

- ¿Qué sucede, Tony? - preguntó con suavidad, pero sonando preocupado.
-  Nada, nada - respondió tratando de restarle importancia a su sueño y tratando de sonreír para no preocupar a su esposo.
-  Mi vida, llevamos 5 años juntos y sé perfectamente cuando me mientes - una tranquilizadora sonrisa fue lo suficiente como para que el hombre de hierro hablase - Vamos, dime, ¿Qué pasó?
- Tuve un sueño... - dijo mirando los azules ojos de su esposo - Más bien era una pesadilla - carraspeó levemente y prosiguió - Fue algo tan extraño, escalofriante y raro.
- ¿Por qué lo dices? - preguntó el rubio mientras lo jalaba de regreso a la cama.
- Estábamos ambos, en una misión, y tú... Tú eras de Hydra... Y matabas a todo el equipo - el cuerpo del castaño tembló ante los recuerdos - Fue una pesadilla demasiado vívida...

Steve abrazó el cuerpo de Tony y lo acarició suavemente.

- Quizás las hormonas están jugándote una mala pasada - dijo y obtuvo la atención completa de Tony - He leído que cuando un omega se embaraza, el cuerpo y mente pasan por muchos cambios.

Los ojos del ingeniero se abrieron al doble de su tamaño. Intentó decir algo pero de su boca sólo salió un balbuceo pobre.
El soldado sonrió, sabía que había sorprendido a su pareja.

- Lo sé, mi amor - dijo besando la coronilla de su esposo - Tu olor cambió y sé que es por que llevas a nuestro cachorro ahí - con ternura acarició el vientre de Tony y le besó tiernamente.

No hablaron más, sólo se besaron hasta que el castaño cayó dormido. Estaba tranquilo, su respiración evidenciaba aquello.
Cuando Tony se durmió completamente, Steve se levantó cuidadosamente de la cama y entró al baño con un teléfono celular en la mano.

Una vez dentro, marcó al único número que ese móvil tenía. Esperó un tono y una conocida voz habló al otro lado.
-Barnes, dile a Zola que la simulación fue un éxito - y finalizó la llamada.

Se miró al espejo y sonrió de forma perversa.
Un dejó de rojo invadió sus ojos y salió del lugar para ir y acostarse a un lado de su esposo.






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