Capitulo: 5

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En estos momentos quería volver con el idiota de Gallagher, preferiría mil veces escuchar sus insultos, que caminar sola por los callejones de Los Ángeles, no se que carajos estaba pensando, pero el hubiera no existe y las cosas pasando así, lo bueno de esta situación es que perdí a los idiotas que me empezaron acosar, tenía miedo porque en algún momento pensé que me matarían o algo peor.

Saqué mi celular de mi chamarra para ver cuanto de pila tenía ya que por escapar de esos idiotas mi cerebro no proceso en llamar a alguien, si no correr lo mas rápido y esconderme.

-Mierda!- Vaya suerte Ángela solo tiene 5% de batería eso significa que si lo desbloqueo queda en 4% y si llamo ya esta en 3% y se apaga.

Hay no vaya día.

Mire a mi alrededor y no había absolutamente NADIE! Camine aproximadamente como unas tres horas desde donde me tope con los idiotas hasta aquí y todavía no había ninguna persona transitando.

En estos momentos odio vivir  tan lejos y a verme dejado llevar por Aidan.

-Miren quien tenemos por aquí- Sentí como todo mi cuerpo se paraliza, ¿Cómo es posible?.

-Q... ¿Qué haces aquí?- trague saliva y retrocedí, ¿por qué hay hombres así tan asquerosos?.

-Cariño dejamos algo pendiente, ¿No crees?- Antes de que me tocara mi  cabello le detuve su asquerosa mano.

-No me toques maldito asqueroso!- Antes de que dijera algo corrí lo mas lejos posible de ahí, volteaba para asegurarme de que no me estuviera siguiendo. Cuando llegue a la esquina de la calle me detuve y observe que había un carro negro ahí, en un momento pensé correr ahí y pedir ayuda pero ¿Qué tal si era de el?.

Sin mas corrí a una casa y me metí por la cerca de esta, mientras me recargaba en ella controlando mi respiración, ¿Por que hay hombres así?, ¿Se sentirán bien lastimando a otras personas?.

Cuando mi respiración se tranquilizo salí de ahí sin hacer ruido no quería que la familia que vivía ahí llamara a la policía y esto terminara peor de lo que esta siendo. Me asome para ver si seguía ese carro ahí y al notar que ya no estaba comencé a caminar lo mas rápido posible.

Quería al estúpido de Gallagher conmigo, por alguna razón me sentía segura a su lado, sabiendo que estando con el cualquier cosa que ocurriera seria mínima y insignificante.

y al parecer el señor escucho mis plegarias porque escuche su voz a lo lejos y voltee a ver si era el o alguna estúpida alucinación.

-Ángela mierda llevo dos malditas horas buscándote- Al parecer el carro color negro era de el ya que bajo de este apresurado hasta llegar a mi cosa que me sorprendió porque no recuerdo que el tuviera un carro cuando nos dirigimos al bosque.

-¿Han pasado tres horas? ¿Y todavía sigo aquí?- No pues ya entiendo porque mi madre no me deja salir tanto soy muy estúpida a mis dieciocho años todavía para caminar por calle.

-Me estas diciendo ¿Qué llevas tres horas dando vuelta a la manzana?-Se empezó a reír el muy idiota. No le encontraba lo gracioso a esto lo fulmine con la mirada.

-Ya terminaste de burlarte de mi animal- Paro de reír y me observo de pies a cabeza, alzando una ceja se acerco a mi.

-¿Que te ocurrió en estas tres horas? , ¿un lobo te iba a comer o algo así?- Sabia perfectamente que me veía del asco correr por mi vida para que unos imbéciles no me tocaran era difícil.

-Digamos que algo así- Mire al suelo pateando una pequeña piedra.

Sentí como Aidan termino con nuestro espacio personal que lo dividía una pequeña raya dibujada en la banqueta para tomar mi barbilla y mirarlo a sus ojos.

Cuando lo veo a los ojos es como perderse en ellos, se podía ver en ellos su lado oscuro, pero también ese lado cálido y maravilloso que podía transmitir. 

-¿Que ocurrió?- No quitaba su mirada de la mía, por mas que suplicara con la mirada que quitara sus ojos de los míos porque me hacia sentir que en algún punto lo iba a besar y esa idea no me agradaba.

-No Nada de que preocuparse- Aparte mis ojos de los suyos y observe el carro así que para escapar de este pequeño interrogatorio  se me ocurrió algo.

-¿Donde conseguiste este carro?- 

-No cambies el tema Ángela,  ¿Qué ocurrió?- Pensé que en algún punto podría ser de esos chicos que si le preguntas de un carro se les olvidaría de lo que te preguntan para hablar de como el amor de su vida los lleva a sus aventuras.

-¿No quieres hablar del carro?, ¿un buen auto?- Le sonreí pero al parecer el querido Gallagher no le agrado así que se acerco a mi haciendo que me recargara en el carro. 

Hay señor Jesús.

-Me vale una mierda el maldito carro escuchaste, quiero que me digas que te ocurrió- En sus ojos reflejaba enojo y ¿angustia?.

-¿Por que tanto maldito interés en que me paso?- 

-JA! No lo se porque en tus malditos ojos reflejas miedo- Oh no pues buen punto.- HABLA ANGELA!!- 

-Un...Unos tipos me empezaron a seguir desde que salí del bosque corrí y los perdí de vista hasta que llegue a una esquina y los volví a ver...bueno a uno y entonces volví a correr y me metí a una casa, salí de ahí y seguí caminando y llegaste tu- Mire hacia abajo.

-¿Por que no pediste ayuda en esa casa?- 

-No lo pensé-hice una mueca y lo observe en su rostro reflejaba cualquier cosa desde temor hasta angustia.

-No te toco?, ¿Cómo era?- sus ojos buscaron los míos.

-No!, tenia chaqueta azul marino, pantalones rasgados, piel blanca, un pircing en la oreja derecha y un collar en forma de ancla- Al darle todos esos detalles su expresión cambio radicalmente a una de enojo.

-Lo bueno que estas bien-patio una piedra y de su chaqueta saco un cigarrillo algo que noto en el es cuando algo no le gusta, este enojado, preocupado, siempre fuma para quitarse esa ansiedad que este pasando algo que no me agradaba.

-Aidan-volteo a verme sacando el humo de su cigarro para dar otra calada de este-Tenia miedo-Las lagrimas empezaron a salir, eso odio de mi que vieran lo vulnerable que podría llegar hacer.

Se acerco a mi y me envolvió en sus brazos, sentí una corriente de electricidad invadir cada parte de mi cuerpo esta maldita sensación se sentía genial. Me aferre mas a el mientras sollozaba sin parar, mientras el se encargaba de acariciar mi cabello  y yo inhalar el olor a nicotina que tenia ese único olor que a el le queda perfecto.

Entonces ahí entendí en sus brazos algo.

Que mientras lo abrazaba supe, que el mejor lugar del mundo, es en el, siempre será en el.



A Perfect Mistake ™Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora