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[Narración]

- Y, ¿Se puede saber a dónde vamos? - preguntó el de cabellera carmesí por cuarta vez, cansado de ser ignorado y de solo seguir a su novio, o novia en este caso. Llevaba ropa holgada y el sol estaba a su más grande resplandor, por llevar esta vez su cuerpo de marioneta el no sentía calor pero era obvio que su pareja sí, se notaba que se estaba derritiendo pues aún con el complicado peinado que le había hecho Konan su cabello se pegaba a su cuello y nuca.

- Hmm, al país del Fuego, te lo dije antes de salir - respondió el rubio mientras miraba indeciso su celular. Ni siquiera se fijaba en el camino. El mayor suspiró y se adelantó quedando ahora enfrente de este sujetando sus muñecas y obligándolo a mirarlo

- ajá, y específicamente, ¿A qué vamos? No tuviste con la vez de los dangos? -

- Si, bueno, esto es algo diferente. Quiero buscar el regalo para Konan - dijo intentando liberarse del agarre del más bajo sin éxito, el tenía menos fuerza. El Akasuna lo miro de abajo a arriba examinando detenidamente su cuerpo y vestimenta poniendo incómodo al menor. Lo soltó un poco después

- ¿Y porque tienes lentes de contacto y estás vestido como una mujer? -

- Para que no nos reconozcan, por eso te pedí que vinieras sin Hiruko. Además, ¿No me veo 'hermosa' con ojos violetas y verdes? - preguntó jalando levemente sus párpados inferiores con las yemas de sus dedos dejando ver aún más sus ojos, los cuales aparentaban heterocromía. El marionetista suspiró y siguió avanzando junto con el terrorista.

- Si, te ves... Lindo... Pero tú voz te va a delatar -

El Kamiruzu aclaró su garganta y después abrazó a su acompañante por la espalda - ¿Eso crees, Danna? - le preguntó al oído con una voz dulce y suave que hasta sonaba mejor que la de la mujer responsable del maquillaje y peinado del rubio, además de ser probablemente también la dueña de la ropa que Deidara traía puesta. Un evidente sonrojo se hubiera hecho presente en el rostro de Sasori si no fuera por su cuerpo falso que se lo impedía; en cambio solo soltó una pequeña risa para después quitar los brazos ajenos de sus hombros.

Ambos continuaron con su camino hacia el país del Fuego con tranquilidad, hubo alguna que otra persona que le decía algún piropo o miraba a Deidara, este los ignoraba pero eso no quitaba los celos y las ganas de Sasori de matarlos y usarlos como comida para los Tiburones de Kisame.

Finalmente llegaron a una ciudad llamada Shukuba, el lugar entero parecía un mercado. Los ojos de Deidara brillaron al ver todas las tiendas y Sasori negó con la cabeza mientras reía al ver el comportamiento de su novio.

- ¡Vamos! - Dijo (aún manteniendo su tono como el de una mujer) emocionado el rubio jalando al pelirrojo hacia la primera tienda de maquillaje que encontraron. Dei tenía planeado comprarle una nueva paleta de sombras y maquillaje en general a la amante del origami pues las que tenía ya se estaban por terminar. Sasori solo se limitaba a observar y seguirlo como idiota por todos los locales.

Después de la tercera o cuarta tienda al Kamiruzu se le ocurrió preguntarle al Akasuna cuál sería el regalo que este le daría a Nagato.

- ¿Tu ya tienes el regalo de Pain, Danna? -

- No, me salí del intercambio - Respondió sin más deteniéndose a la entrada de una tienda de armas donde se quedó viendo unas agujas, volviendo a avanzar - allá hay otra tienda, ¿Quieres ir? -

- hmm, está bien - aceptó tomando la mano de este, entrelazando los dedos de madera con los suyos

ⁱ ʷᵃⁿᵗ ʸᵒᵘ
ᵇʸ ᵐʸ ˢⁱᵈᵉ

Al final salieron de Shukuba con alrededor de seis o siete bolsas, no todo era maquillaje, no. Es solo que para el dúo de artistas era difícil no emocionarse. Hasta al amargado de Sasori disfrutaba ir de compras a veces.

Ambos continuaron su camino de regreso en silencio, exceptuando algunas veces en las que Deidara se aclaraba la garganta, pues disfrutaban la compañía del otro en silencio, sin ningún otro miembro de Akatsuki que los molestara.

- Hum, ¿Ese no es el hermano de la comadreja? - preguntó Deidara, quien se había quedado parado viendo a un chico de cabello azabache y de ropajes azules y blancos a lo lejos. Sasori lo buscó con la mirada y asintió con la cabeza al finalmente encontrarlo.

- ¡ITACHI! - gritó Sasori lo suficientemente fuerte para que el Uchiha menor pudiera escucharlo. Este levantó rápidamente la cabeza, buscando al nombrado por todos lados mientras la pareja reía a la distancia.

Continuaron nuevamente su camino, está vez sin ninguna distracción aparente además de el hecho de estar algo cansados.

Deidara bostezó para recargar su cabeza en la del mayor sin dejar de caminar. Este sacó un pergamino del cuál invocó a su marioneta más usada, sí, Hiruko. Este ya se encontraba abierto, el propietario de este puso las bolsas en su interior para después tomar la mano de su pareja para invitarlo a entrar en este.

- P-pero Sasori... -

- A la mierda tu plan, entra, se está haciendo tarde y no tienes arcilla para hacer un ave - El rubio dejó salir un suspiro y aceptó, entró seguido de Sasori. Una vez dentro se percató de que la marioneta era más amplia de lo que aparentaba. Siempre pensó que su Danna apenas y cabía ahí dentro. Etaba equivocado.

El Akasuna a pesar de tener al Kamiruzu entre sus piernas e ir abrazándolo tenía un control perfecto de Hiruko. Ese hombre lo sorprendía cada vez más.

Después de un rato Deidara se quedó dormido recargado en el pecho de su pareja, depósito un suave beso en su cabeza para después decirle un tierno "te amo".

ˢᵒ ᵗʰᵃᵗ ⁱ ⁿᵉᵛᵉʳ
ᶠᵉᵉˡ ᵃˡᵒⁿᵉ ᵃᵍᵃⁱⁿ

Una vez llegaron se encontraron a Itachi y a Konan en la sala, aparentemente esperándolos.

- ¿Y bien? Dónde estaban? - Preguntó la peli-violeta con los brazos en jarra.

- Comprando - Respondió con la voz ronca y áspera de la marioneta, aún dentro de esta. - Ah, y nos encontramos al drogado de tu hermano, Itachi - dijo pasando de largo en dirección a la habitación del rubio.

- ¡¿QU- ¡SASUKE NO ES UN DROGADICTO, ENTIENDE! -

- Si lo es, ya te dije, yo se la vendo -

Sasori se retiró, dejando a Itachi con un tic en el ojo, deseando que este no fuera su mejor amigo para meterlo en un Tsukuyomi. 

Finalmente en la habitación del ya mencionado, el marionetista hizo desaparecer su títere y cargó a Deidara como si este fuera una princesa, lo cuál ya parecía, y lo recostó en su cama para dejarlo dormir cómodamente. Mientras tanto, recogió las bolsas y notó que dos decían en letras grandes "KONAN", supuso que esas eran su regalo. Lo acomodó todo en una caja de regalo y lo adornó todo con papel guindo y un moño dorado con plateado.

Finalmente regresó con su princesa y le dió un beso, como si de la bella durmiente se tratara, Dei despertó. Su rostro tenía una expresión adormilada y era verdad, tenía sueño pues no había dormido nada por pensar en que le daría a su amiga. Abrazó a Sasori por el cuello y lo jaló hacia él, obligándolo a acostarse a su lado, dónde finalmente volvió a caer en brazos de Morfeo, con toda la tranquilidad del mundo al lado de la persona que amaba.

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Llevo todo el día escribiendo esto, el primero que se queje de algo, le meto un madrazo 😔👊

༆𝕊𝕒𝕤𝕠𝔻𝕖𝕚: 𝕎𝕙𝕒𝕥𝕤𝔸𝕡𝕡/𝕀𝕟𝕔𝕠𝕣𝕣𝕖𝕔𝕥 𝕢𝕦𝕠𝕥𝕖𝕤༆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora