*narración*
Eran las 2:31 de la mañana, todo normal, todo tranquilo, todos dormidos. Pero un loco... O MAS BIEN UN PENDEJO TENIA QUE VENIR Y ARRUINAR ESA PAZ
Se escuchó que empezaron a tocar desesperadamente a la puerta. Cómo al parecer Itachi era el único despierto, el corrió con la "suerte" de ir a ver.
- nadamás que no sea un testigo de Jehová - mencionó el Uchiha con voz baja
- ¿Verdad?- dijo como respuesta cierto rubio, apareciendo detrás del azabache como si nada.
Aunque el contrario no hizo ni pío, se notaba hasta un kilómetro que se le había helado la sangre.
Los golpes a la puerta continuaban y cada vez eran más fuertes; se podía escuchar a una mujer gritando o suplicando, además de la risa psicópata de un hombre (como la de Hidan pero más fuerte)
-¡SATANÁS ESTA CONMIGO! ¡EL ME PROTEGE!- se escuchó al dueño de dicha carcajada gritar.
- D-de seguro es Hidan - dijo Deidara bastante nervioso, pues ni el mismo se lo había creído.
-¿Que yo que?- Preguntó el mencionado saliendo de la cocina con un vaso de agua
Al pelinegro y al rubio se les congeló la sangre, ¿Que carajos estaba pasando afuera?
- n-no fui-fuiste tú quien gritó?- habló Deidara, a duras penas podía articular las primeras palabras
- no, creí que era Kisame viendo películas o algo así -
- wey, Kisame está dormido - dijo Itachi
- ¿Que? Entonces que mierda hay afuera?-
Ninguno de los tres querían saber la respuesta, así que regresaron a sus cuartos como almas que se las lleva Satanás... Mal chiste, perdón
Dicha risa regresó con el doble, o triple de intensidad, además los golpes se detuvieron de golpe junto con los gritos.
El trío anterior salió de sus cuartos asomando una parte de su torso, los tres intercambiaron miradas por unos segundos. Al final los tres terminaron durmiendo en el cuarto de Itachi... Hidan y Deidara estaban abrazados; daban ternura.
