Tess estaba realmente asustada. Su novio aca¬baba de recibir una invitación para que ambos asistieran a la espectacular cena que cada año ofecía Julius Branson. Julius, el hombre que, si sus sospechas resultaban ciertas, era el padre que no había conocido... ¡Pero se hubiera asustado aún más si hubiera sabido que su hijo adoptivo, Piers Branson, era uno de los hombres más ricos y poderosos de Australia y un playboy Incorregi¬ble! Después de conocerse, Piers parecía deci¬dido a perseguirla hasta que ella se rindiera. Tess decidió seguirle el juego, ¡si su propio corazón se lo permitía!