La propuesta de vivir juntos se escapó de los labios de Jake. En un impulso, Tom aceptó el compromiso y las consecuencias que traía. Completamente dispuesto a superar cada uno de los obstáculos que construir un hogar significaba. Casi cerca de los cuarenta, Jake no imaginó todo lo que tendría que pasar junto a su joven amante para entender que, para mantener viva su relación, solo le basta confiar en Tom.