Brenda Que pensarían si les dijera que entregué mi virginidad al hombre más temido de la ciudad, sólo por una Deuda que Pagar de mi hermano. Sin nadie saber sobre esto. Que pensarían si supieran que después de que esas cuatro paredes fueron testigos de todas la pociones sexuales posible en las que fui colocada por él, no he dejado de pensar en ese intimidante y sexi hombre, aunque ya han pasado tres meses desde que la deuda fue saldada y no lo volví a ver. ------------------------------------------ •Historia Completamente Mía. •Prohibida la copia o adaptación. •Hagan-me saber sus dudas o correcciones.