La sangre que aquí yace, que no se extinga jamás. Dentro de mil años, nacerá una criatura, de sangre dorada, pero también humana. Tendrá todos los poderes de un ser mágico, su bondad y desinterés. Pero también, será humana, tan humana que podrá odiar, traicionar y engañar si así lo desea. Vivirá una vida humana plena hasta lograr la madurez, pero al cumplir los 18 años, deberá vengar a su reino, y no el reino azul en el cual vivirá por 17 años, si no el reino dorado, ella será la encargada de devolver la magia al lago. Su nacimiento será solo con ese fin. Siempre y cuando su sangre humana o gris no se interponga.