Peter Pan, la leyenda, dejo la tierra de nunca jamás tras enamorarse perdidamente de la pequeña Wendy. Peter formó una familia y vivió una vida normal dónde aceptó envejecer y la triste realidad de la muerte. Su hijo mayor al cuál llamaron Zain, nombrado así por un viejo amigo, fue un niño encantador, valiente y artístico quién tenía el rasgo de ser siempre el protector. El nunca maduro, aún jugaba con sus pequeñas hermanas, persiguiendo piratas junto a los niños perdidos; justo como les contaban sus padres. Al cumplir los dieciocho y teniendo por fin la mayoría de edad sus amigos de Uni lo llevaron a un Pub donde tras varias pintas se encontraba perdido en el alcohol rondando por las frías y húmedas calles de London. Fue en ese momento que vio una luz, brillante cuál sol que tintineaba. Sonriendo bobamente perdido en su ebriedad balbuceo "¿Campanita?" la luz paro solo para después llenarlo de un polvo brilloso y así de la nada, Zain se desvaneció sin dejar rastro