Me encantó. Desde un primer momento me hechizó. Pequeña, preciosa y lo mejor de todo es que es solamente mía. Su cuerpo y aroma nublaron mis sentidos, causando que me perdiera en ellos. Desde que la vi por primera vez mi sello estaba plasmado en ella y la satisfacción fue en crece cuando mi lobo la reclamó como mía. Mía para cuidar y satisfacer todas sus necesidades, por el resto de nuestras vidas. 𝐎𝐛𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐠𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐫𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫 ©
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