Ambos curiosos por el mundo del otro. Ambos tan distintos y parecidos al mismo tiempo. El universo inmenso, infinito, lleno de misterios y secretos que ningún ser viviente en toda esa expansión podría alguna vez descubrir. Yibo sabía que no estaban solos, no es que lo haya dudado alguna vez, siempre tuvo la convicción de que no eran la única civilización en la galaxia, solo no tenía pruebas fehacientes que corroboraran su teoría... HASTA AHORA.