Ellos, son polos opuestos. Son como el día y la noche, como el agua y el aceite, como perro y gato, como el blanco y el negro. Ella, introvertida, desconfiada, temerosa y quiera o no apegada a su pasado. Él, un Don Juan, extrovertido, decidido, vive el presente, pero quiera o no apegado a su pasado también. Sus pasados son completamente diferentes, pero llegado el momento ese va a ser el desencadenante del comienzo de una relación que lo cambiará todo. Llegado el momento se darán cuenta que, esas diferencias, no son más que detalles.