24|| Confianza

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WENDY

—¡Eso es trampa!—Grito al mismo tiempo que intento nadar hacia el otro extremo de la piscina, más precisamente hacia las escaleras. Chase ríe a carcajadas sosteniéndose el estomago y limpiando las lágrimas que corren por sus mejillas—A mi no me causa gracia, he estado diez minutos aquí adentro gritando "marco" como una idiota y resulta que tu contestabas "polo" ¡¡¡desde fuera de la piscina!!!

El juego a decir verdad estaba divertido, es como jugar al gato y el ratón solo que en el agua y diciendo constantemente "Marco" "Polo" para que la busqueda sea mas fácil. Mi ropa es un desastre, al igual que mi cabello y maquillaje, no quiero ni verme frente a un espejo, de seguro soy lo mas parecida a un payaso.

Claramente no me agradó para nada que Chase me lanzara al agua, pero debo admitir que lo que me convenció para no gritarle o enojarme fue el gesto que tuvo al hacerme sentir mas cómoda con respecto a las fiestas. No sé porqué dije tal cosa, a veces suelo decir mis pensamientos en voz alta y me percato de ello cuando la otra persona me responde o me queda mirando como si estuviese loca. En cambio Chase ni me observó de mala gana, ni se rió frente a mi, sino que todo lo contrario: Siguió escuchando y respondiendo a lo que había acabado de decir.

Quizás su reacción me tomó por sorpresa ya que no estoy acostumbrada a situaciones como estas: estar a solas con un chico, reírme junto a él, pero principalmente sentirme cómoda y a gusto. Mentiría si dijera que estoy completamente segura de saber lo que estoy haciendo porque realmente no lo sé, así como tampoco sé si confiar plenamente en él, primero que nada porque lo conozco hace muy poco tiempo, y segundo porque mi desconfianza hacia los chicos aún está allí, a pesar de los años que hayan transcurrido desde lo sucedido, aún siento desconfianza de cualquier chico que se acerque a mi, quiera entablar una relación o simplemente una conversación.

A pesar de tantos años, aún me dificulta confiar en la gente.

A pesar de los años, aún me dificulta confiar en los chicos.

—Era muy gracioso porque...—ríe—tu gritabas "marco"—sigue riendo—y yo desde aquí afuera respondía "Polo" y tu ni te percatabas.—Está literalmente llorando de la risa, y sin poder evitarlo termino riendo yo también.

No sé cuanto tiempo hemos estado jugando como dos niños pequeños aquí adentro, pero las arrugas en la yema de mis dedos me indican claramente que hace un buen rato que estamos en el agua.

Salgo de la piscina y me dirijo temblando de frío hacia uno de los tantos sofás de exterior que hay a un lado de la misma. Observo el lugar y es como si lo viese por primera vez, definitivamente no recuerdo nada de lo que sucedió anoche.

últimamente esto se está volviendo una rutina.

Es un patio bonito, en el que el color verde predomina, tanto en el césped como en los árboles. A un lado de la piscina hay varios sofás de color negro junto a mesas pequeñas con sombrillas. A mi alrededor hay una cantidad excesiva de latas de cerveza, botellas de vodka, tequila, vino y vasos descartables, seguido de zapatos, algunas camisas e incluso veo a lo lejos un pantalón.

—Si llego a ver una ropa interior comenzaré a preocuparme—Le digo a Chase quien camina hacia mi con dos toallas en sus manos. Las gotas de agua de su cabello se deslizan por su rostro y se unen con las gotas que caen por su barbilla hasta llegar a su abdomen desnudo —¡¡Santa madre de los abdominales!! jamás podré acostumbrarme a la anatomía masculina—y perderse en el borde de su short también empapado. No diré que este chico no es atractivo porque claramente lo es, quien piense lo contrario claramente esta ciega. Desde sus ojos celestes, su cabello dorado y esa sonrisa con dos hoyuelos a ambos lados derretiría a cualquier mujer —O cualquier hombre— su rostro tiene las medidas exactas de un rostro perfecto, diría que es hasta envidiable.

Ese beso en París ||En proceso||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora