Obsesión. Es la única palabra que puede describir lo que Guido siente por aquel chico castaño, de piel blanca y lindos ojos cafés. -¡Estas en una obsesión! -exclamo Temo con miedo- -¡Cállate! Cuahutémoc, solo cállate, yo en verdad te amo, por eso estamos aquí, nosotros dos, solos...-Guido se acercó al rostro del castaño- Solo quiero que me ames igual.