Desde que Madelyne tiene uso de razón en su olvidado pueblo existe una extraña regla, no entrar al bosque. La calma reina desde hace veinte años en Gatsfyl, después de la última masacre y aparición de las temibles bestias, no se ha vuelto a saber de ellas. Unos dicen que se marcharon y otros que aún siguen ahí. Todos en el pueblo cumplen la única regla acerca del bosque; NO ENTRAR. Porque una bestia puede despertar.