Madelyne.
Domingo.
Ayer en la breve conversación de bienvenida a la nueva vecina Rebecca, con mamá organizaron para la tarde de hoy tomar té y así conocer al resto de su familia.
Antes de bajar a la cocina paso por el cuarto de mamá a ver si está en casa, lo cual confirmo al verla dormir.
Bajo con el teléfono en la mano viendo que Ana y Jack aún no responden mis mensajes lo cual me parece extraño, quien sí responde es Oliver diciéndome que todos estaban bien.
Para no ir con las manos vacías está tarde me dispongo a buscar la receta de un pastel en internet, ninguno logra convencerme, por lo que decido ir al viejo despacho de papá en busca de su libreta de recetas.
Antes solíamos hacer un delicioso pastel bañado en chocolate.
Cuando estoy parada frente a la puerta y con la mano sobre la manija tomo aire por la boca asimilando que voy a ingresar después de varios años al lugar que solía ser de papá, la nostalgia me golpea cuando ingreso, al igual que el olor a humedad y encierro inundando mis fosas.
Hace cuánto tiempo no ventilamos este lugar, Dios.
Tanteo la pared en busca del interruptor y cuando lo encuentro este no enciende. Tomo mi teléfono utilizando la linterna de este, recorro todo el lugar con la mirada para luego dirigirme a pasos lentos al estante donde están algunas de sus pertenencias, buscando la caja más pequeña.
Un vez en mis manos sacudo un poco el polvo sobre ella, abriéndola encontrándome la libreta junto a varias fotografías de nosotros, mis ojos se empañan y trato de ignorar el nudo que se forma en mi garganta cuando tomo la libreta, cierro la caja dejandola en su lugar, saliendo rápidamente de ahí. Una vez en la cocina apoyo la libreta sobre la isla tratando de calmar un poco el torbellino de emociones que me abruman, se que papá falleció, lo tengo asimilado, pero, por más que lo sepa mi mente se niega a aceptarlo. Aún sigo pensando que todo esto es una horrible pesadilla y que él volverá.
— Ya superalo Madelyne.
Susurro conteniendo las lágrimas, para distraerme o mejor dicho torturarme busco la receta del pastel que solíamos hacer juntos cuando era pequeña. Cuando llegó a la página de la receta en ella hay una fotografía de nosotros dos, una lagrima resbala por mi mejilla al notar que fue tomada solamente unos meses antes de su partida, guardo la imagen entre las últimas páginas y empiezo a leer la lista de ingredientes para distraer mi mente.
Una vez que el pastel esta horneado y frío lo relleno metiendolo en el refrigerador para luego bañarlo en chocolate.
— Diablos mamá, me asustaste. — respondo con la mano sobre el pecho cuando la noto en la puerta de la cocina. — No cuesta nada hacer aunque sea un sonido para hacerme saber de tu presencia.
Ella ríe acercándose.
— Lo siento, cariño. — se disculpa besando mi cabeza.
— ¿Cómo estuvo la guardia?
— Tranquila. — responde — Lo único interesante de la noche fue que la madre de Scott fue a emergencias.
— ¿Tuvo un accidente o algo?
— Nada grave, solo se hizo un corte en la mano mientras cocinaba. — comenta abriendo el refrigerador, deteniéndose cuando su vista llega al pastel . — Requirió seis puntadas.
— Hice el pastel de papá. — hablo situandome detras de ella observándola. – Espero que no te moleste.
— No, como podría molestarme — responde como si nada cerrando el refrigerador — Estaré descansando en mi cuarto.
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Depredador (Borrador)
Misterio / SuspensoDesde que Madelyne tiene uso de razón en su olvidado pueblo existe una extraña regla, no entrar al bosque. La calma reina desde hace veinte años en Gatsfyl, después de la última masacre y aparición de las temibles bestias, no se ha vuelto a saber d...