EL LOTO PERDIDO

Hace casi diez años, cuando Jiang FengMian encontró al hijo de sus mejores amigos en Yiling, el único heredero varón de Lotus Pier desapareció sin dejar rastro. Aunque la búsqueda comenzó casi de inmediato, todo lo que queda del niño son tres perros sin dueño y una familia en duelo.
Shui Cheng era un cultivador rebelde como muchos otros, lo único que vale la pena señalar eran las cenizas de su madre guardadas en una bolsa de qiankun junto con una horquilla demasiado refinada para alguien como él.
Esto ya no es cierto cuando conoce al joven maestro no oficial de Lotus Pier, Wei WuXian.