EL LOTO PERDIDO

3. SOPA Y ESPADA

Yanli podría volverse muy torpe a veces

Esta fue la excusa que dio cuando Wei Ying le preguntó si estaba bien mientras ambos chicos la ayudaban a recoger los pedazos.

Sabía que era una reacción tonta, pero en el breve momento en que se dio la vuelta y Wei Ying pronunció el nombre de su amigo, Yanli había visto algo, algo que hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas y se le acelerara el corazón.

Pero en el momento en que abrió la boca para hablar, la perla que el chico llevaba en la oreja brilló a la luz del sol y algo susurró: estás equivocado, mira hacia otro lado, olvídalo.

Y Yanli se olvidó, recogiendo los chiles caídos con la sensación de cuando entras en una habitación sin recordar por qué. Ella le pide a A-Xian que la ayude a poner la mesa, empujando la sensación de haberse perdido algo importante en el fondo de su mente.

Probablemente no fue nada importante.

∆=================================∆

Shui Cheng se llevó una cucharada de sopa a la boca y. . . Dioses, era el cielo, era incluso mejor que el de su madre.

Wei WuXian lo miró riendo bajo su bigote, "Alguien aquí está muy feliz de no haberse ido temprano".

"Puedes decir eso, ha pasado un tiempo desde que comí algo tan bueno".

"¡Por supuesto que lo es!" el chico hinchó exageradamente el pecho. "¡La sopa Shijie es la mejor!"

La niña escondió una risa detrás de su manga, aceptando con gracia los cumplidos. Shui Cheng ya había tratado con jóvenes señoritas de clanes nobles, bajo la guía de su madre, había sido el guardaespaldas de muchos de ellos como para suspirar como idiotas de su edad. Pero Jiang Yanli era como le dijo Wei WuXian y más, tenía ese aire de hermana mayor que lo hacía querer enorgullecerla.

O tal vez simplemente lo pensó porque la sopa frente a él era realmente una de las mejores cosas que había comido. 

"Ahora que ya no puedes escapar", dijo Wei Wuxian raspando la última cucharada de su porción. "Debes mostrarme el truco con el péndulo".

Shui Cheng levantó una ceja desafiante, "¿Cuándo dije que te lo mostraría?"

"¡Oh, vamos Shui-di, no seas malo!"

"¿Qué gano yo mostrandotelo tí?"

"¿¡Ganar!?" Wei WuXian se llevó dramáticamente una mano al pecho. "¡Y pensé que éramos amigos!"

"No todo el mundo tiene técnicas ancestrales en las que confiar", respondió sedosamente. Sabía que Wei WuXian no tenía más intenciones que la curiosidad, pero no era raro que un cultivador rebelde fuera acusado de robar una técnica o talismán reclamado por alguna secta que ciertamente no era la creadora.

Pero aparentemente Wei WuXian no estaba dispuesto a ceder. "Bien, ¿qué quieres? Estoy listo para hacer un intercambio".

Shui Cheng ni siquiera tuvo que fingir pensar en eso. "El talismán para crear el vínculo".

Wei WuXian lo había usado por las razones más estúpidas y dispares, pero era innegablemente útil.

"¡Trato!"