EL LOTO PERDIDO

2. MUELLE DE LOTO

Los cultivadores usaban espadas. Fue un hecho tallado en piedra y en la memoria de sus antepasados. 

El cielo es azul, el mar es salado y los cultivadores usaban espadas. Las grandes sectas eligieron el arma como su principal herramienta de cultivo, los sables de Nie fueron una rara excepción. Siempre había una discusión sobre fortalezas y debilidades, pero la verdad era que la espada era una de las pocas armas que estaba lo suficientemente equilibrada como para no causar desviación de qi si se cultivaba al máximo.

Por lo tanto, cuando en la mañana de la partida Shui Cheng saltó sobre su *qiang levitando en el aire como si no pasara nada, Wei WuXian supo que estaba frente a un maldito genio o un tonto. No tuvo que darse la vuelta para saber que sus muchachos lo miraban con ojos brillantes.

"¡Oye!" ladró el chico con los brazos cruzados. "¿¡Has dejado de estar ahí estupefacto !?"

Los chicos se quedaron firmes como si estuvieran en el muelle de loto, específicamente en el campo de entrenamiento bajo los ojos de la araña violeta.

Wei WuXian saltó sobre Suibian y se lanzó antes que todos los demás, dejando un borrón rojo y morado.

"¡Wei WuXian! ¡Tonto! ¡Ve despacio!" la voz de Shui Cheng ladró detrás de él.

La amenaza antes mencionada se rió como si no lo hubiera hecho en un tiempo.

No podía esperar a llegar a casa.

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El trabajo de un cultivador era proteger a la gente común. Su madre le había inculcado ese concepto en la cabeza desde que era pequeño.

Shui Cheng todavía lo creía, a veces.

Desafortunadamente, las historias sobre cultivadores nobles que derrotaron al mal y ayudaron a las personas por el bien de la justicia habían dejado de impresionarlo hace mucho tiempo, ser un cultivador deshonesto le había demostrado desde el principio que el término cultivadores nobles se refería más al tamaño del bolso que colgaba de su cinturón. .

Obviamente, no hizo que toda la hierba fuera un paquete, sabía que había una variedad infinita de personas y, después de todo, no importa cuánto se consideraran a sí mismos por encima de los problemas mundanos, los cultivadores eran solo humanos.

Wei WuXian, por ejemplo.

En los pocos días que habían pasado juntos, actuó la mitad del tiempo como un gremlin travieso y la otra mitad como un desvergonzado, pero a Shui Cheng le tomó muy poco darse cuenta de que era cualquier cosa menos estúpido. A pesar de que permitió que su shidi deambulara libremente por el mercado, nunca los perdió de vista ni permitió que se metieran en problemas, y no le importaba alargar el viaje de regreso en días si podía ayudar incluso con un exorcismo trivial. .
No hizo falta un tercer ojo para ver que Wei WuXian era una buena persona, si tuviera que etiquetarlo con unas pocas palabras, habría dicho: idiota pero con buenas intenciones.

Pero solo había una palabra para describir a la mujer frente a él.

"¡Y ahora apareces aquí, después de que te ridiculizaste notoriamente durante una simple cacería nocturna de bajo nivel!"

Perra.

Antes de que la mujer abriera la boca, él había mirado su esbelta figura y su aire noble y la había considerado hermosa , sus ojos habían captado el brillo púrpura del anillo que llevaba en su dedo índice y agregó poderoso.

Pero ahora, Wei WuXian estaba recibiendo una reprimenda innecesaria con el aire de un cachorro pateado y el polvo del viaje aún adherido a su ropa. Shui Cheng ya tenía suficiente de ese lugar. ¿Qué clase de idiota no exige primero un informe detallado y castiga a su discípulo basándose en rumores?