Son escazas las veces que una deidad decide hacer volver un alma a la tierra para redimir sus pecados, sin importar que el propietario de esa alma este en completo desacuerdo. Quizás ocurra una vez cada mil años por que la deidad se encuentre motivado, o simplemente por que el vino celestial hizo efectos en sus pensamientos. Ya sea una elección correcta o no, simplemente, algunos desean no volver a ver a aquellos que saben conscientemente que han dañado. [Te ordené claramente que no volvieras a aparecer frente a mi, ni en esta o en las siguientes vidas. ¿Cuál es realmente el pecado que estoy pagando? ¿La ceguera que me autoimpuse a tus acciones? o ¿Simplemente pensar que por amarme cambiarias?]
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