Capítulo 2: Esto es una condena

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NOTA: Es un gusto poder saludarles de nuevo, espero haya sido para ustedes el primer capítulo placentero y que continúen con el mismo entusiasmo para los próximos capítulos que tendrá este Fanfic. Me considero una persona bastante influenciada por la música al momento de escribir, por lo que en algunos momentos verán alguna que otra sugerencia musical, que a mi punto de vista, expresa también los sentimientos que podían estar emitiendo los personajes pero no tienen palabras para poder decirlas.

Tomando esto en cuenta, quiero mencionar que en los primeros párrafos de las memorias de Jiang Cheng, considere que la canción: "Outside Alone - Anastasia Left"; se adaptaba muy bien al tipo de sentimiento que podía tener al respecto de Jin GuangYao, sinceramente podría decirse que fueron palabras que quedaban silenciadas y posiblemente llevaría consigo en esa y en el resto de sus vidas, si es que no olvidaba su pasado.

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[380 años atrás, Templo Guanyin]

El cielo oscuro tenía un fragor interminable, el viento azotaba cruelmente las puertas del templo consumiendo el resplandor que emitían las velas del lugar, los ojos ámbar se contrajeron al momento que el filo de la espada había atravesado su pecho. Jiang Cheng había entrado en un estado de conmoción ante los repentinos acontecimientos que comenzaron a salir a la luz; negaba internamente de forma rotunda las confesiones que han sido emitidas. Todo estaba pasando tan rápido, no tenía tiempo de hacer la verdadera pregunta que invadía su pecho, no fue hasta que sus oídos captaron la última confesión del Jin:

♝ —¡Lan XiChen! En esta vida, he mentido incontables veces y he matado a muchas personas más. Tal como tú dijiste, he asesinado a mi padre, a mi hermano, a mi esposa, a mi hijo, a mi maestro y mi amigo ¡No existe mal alguno en este mundo que no haya cometido! ¡Pero nunca he pensado en hacerte daño! -

Un estruendoso rayo cayo en medio del jardín de aquel lugar, al mismo tiempo que sentía como el pequeño hilo de esperanza hacía el Jin se rompía tan fácilmente en su interior; claramente su respuesta estaba allí, todas las cenas, caminatas en el puente de loto, los incontables atardeceres donde al lado de sobrino compartían historias maravillosas sobre cultivo y las incontables noches que habían mezclado su cuerpo y alma declarando infinidad de promesas, simplemente eran un puñado de mentiras. Jiang Cheng retrocedió unos pasos inclinando así su rostro acompañado de una sonrisa que se asemejaba a la de un lunático, misma que cubrió con la palma de su mano, quedándose cada vez sin poder sentir su propia respiración. No fue hasta que en la habitación el crujido de huesos anunció oficialmente el fallecimiento del gran LianFang-Zun.

Los ojos de Jiang Cheng se acrecentaron reflejando su incredulidad, la sonrisa desapareció completamente, emitió un bufido sarcástico para proceder a erguir su cuerpo mostrando nuevamente un rostro con una expresión completamente de odio y miseria. La multitud empezó a llenar el lugar, el Jiang ya se encontraba completamente cansado de la situación, los murmullos de las especulaciones hacían el ahora muerto Jin estaban colmando su paciencia; rápidamente carraspeó su garganta para hacerse notar entre los demás cultivadores, quienes al ver su cara más molesta de lo normal se apartaron del lugar y procedieron a realizar sus respectivos trabajos.

Ya no había nada por lo cual debía permanecer en el lugar, sus dedos jugaron por un largo tiempo con Zidian en su dedo índice mientras contemplaba como el rastro de sangre que había dejado el Jin comenzaba a secar, cerro sus ojos unos instantes respirando profundamente para calmar sus pensamientos, giro en dirección contraria tratando de dejar todo atrás; ahora buscaba a Jin Ling para volver a casa, donde durante muchas noches el licor fue su mejor acompañante y las pesadillas no lo dejaban descansar en paz.

ChengYao ¿Aún puedes perdonarme? (Fanfic Mo Dao Zu Shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora