La perdida de un ser querido puede ir de ser muy doloroso a hacerte perder totalmente la razón. Hilda y Bárbara, a pesar de quedar huérfanas desde muy pequeñas, encontraron la manera de seguir adelante viviendo grandes aventuras en el bosque. Su felicidad y tranquilidad en aquel lugar parecía infinita, hasta que un día, una cruda pero liberadora realidad, tocó la puerta.