Todos han oído sobre el enamoramiento casi obsesivo de los Lan y todos lo creyeron digno de un cuento de hadas. Pero, no es así, de hecho era una maldición y nadie querría ser el objetivo de tal obsesión. Aquellos que eran víctimas perderían todo por culpa de los Lan, pero nadie lo creería si son tan perfectos y retos, una lastima, una auténtica lástima.