Todo para Lizzie ha ido por buen camino. Sus notas son destacables, consiguió un pequeño trabajo y aprendió a andar en bicicleta. No podía pedir más. Claro que en algún momento tuvo ciertas sorpresas un tanto desagradables, como, por ejemplo, no sé, ¿El que su papá y Joyce empezaran a frecuentar? Al principio, ella ni siquiera podía creerlo. ¿Cómo sucedió aquello? Era la pregunta que siempre rondaba su cabeza en cuanto veía a la pareja junta. Pero obviando eso, todo va de maravilla y espera que siga así. Pobre ingenua.