Leandro Paredes de 32 años era profesor de economía en una prestigiosa universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, siempre iba perfectamente arreglado con un traje negro sin una sola arruga de por medio, pero lo que más lo caracteriza es su poca paciencia y tacto con los alumnos, no da segundas oportunidades a nadie, y siempre está con su rostro totalmente serio. Paulo Dybala de 25 está cursando su último año, pero debido a la muerte de sus padres quienes lo ayudaban a pagar el departamento y las expensas se ve en la obligación de salir a buscar trabajo, lo que causa gran parte de sus inasistencias a clase y sus bajas notas en una de las materias más pesadas, economía. No sabe como, pero termina recurriendo a Paredes en busca de aprobar el primer semestre y no perder su beca. Pero solo iba a ser eso. ¿O no?