Amelie se atormenta con el fantasma de su doloroso pasado, temiendo por su libertad y su seguridad. Severus, todavía acompañado con el recuerdo de su amada pelirroja, Lily Evans, se martiriza día y noche de sus elecciones. Al ser obligados a trabajar juntos, ambos descubren que sus heridas, aunque diferentes, tienen raíces similares en un dolor que solo ambos entienden demasiado bien. A medida que enfrentan sus sombras del pasado, se dan cuenta que, para sanar al completo, ambos necesitan confiar el uno en el otro y tal vez abrirse a nuevas posibilidades de un nuevo amor.