Una carta vieja, amarillento y con un olor agradable llegó al buzón un día sábado por la mañana. Fue una de las cartas mas de antaño que habia leído, mm bonitas letras y buena rima. Una carta bien hecha para hacerme suspirar y pensar en escribir poemas y versos... ㅡ Mi apreciado amigo en las... fronteras del internado que desconozco... ㅡ escribí con tinta negra más la pluma de plata de mi padre. ㅡ te extraño... Escuché risitas y me detuve. Mi padre suspira conteniendo la risa en la puerta. ㅡ Me pregunto cuándo te darás cuenta. ㅡ Era un insulto. ㅡ ¡Es mi tan apreciado amigo, papá! debo responder bien y mucho mejor ¡debo hacerlo es MI respuesta! ㅡ Olía a peligro ¿y qué? Era muy sospechoso ¿y qué? Éramos raros ¿y qué? Cuando fuí a dejar mi carta en el buzón... ... simplemente al mirar supe que no era el buzón de siempre. ¿Por qué siquiera existe un buzón de madera? ㅡ Lechuza 23, un resto de Boby está en tus zapatos y un taster viene enseguida. ㅡ hablé y golpee el buzón de madera. ㅡ entrega mi testamento a mi amante, está noche me veré obligado a casarme con la anciana rica de la mansión. Pero yo prefiero morir que perder mi libertad de amar... hasta nunca lechuza 23... Una fuerte exclamación de sorpresa salió del buzón, metí el taster y quien sea que estuvo ahí ya no estaba consciente. ㅡ ¿Quién eres tú? despreciable hombre raro que viste extraño. ㅡ pregunté viendo al joven casi de mi misma edad sobresaliendo del buzón caído. ㅡ ... ¿Eres parte de los guardaespaldas de la noble viuda mayor? ¿o perteneces al noble anciano mayor que vino a pedir mi mano hace poco?... responde o te daré... ㅡ ¡ POR FAVOR NO! ㅡ sorprendente, sigue consciente.