Las líneas paralelas son líneas que nuca se cruzan. Pueden acercarse, pero no encontrarse. Están destinadas a orbitar una junto a la otra y a recorrer el mismo camino, pero jamás conocerse. Hazel y Asher eran líneas paralelas. O eso era lo que ellos creían antes de la noche de borrachera que los llevó a cruzar miradas por primera vez y quedar inminentemente colgados el uno del otro. Asher King era el futbolista del momento. El diamante. El joven que todos proyectaban como el próximo mejor del mundo y el que llevaría a su país a ganar el torneo mundial. No había nada que pudiera detenerlo, ni siquiera su rival y enemigo personal Steve Graham. Hazel Graham parecía poseerlo todo en la vida. Familia, dinero, amigas, belleza, una universidad prestigiosa y todo lo que una chica a sus dieciocho años desearía. Solo había una norma impuesta por su hermano: tenía terminantemente prohibido acercarse a Asher King. Lo que hacían estaba mal. Ambos lo sabían. Pero nada importa cuando tu corazón late en sintonía con otro. Nada importa cuando encuentras a ese alguien que no sabías que necesitabas, ni siquiera cruzar líneas que no deberías. Para la mala suerte de todos, Asher y Hazel se dieron cuenta de eso demasiado tarde. Una vez que la colisión comienza, ya no hay vuelta atrás. Todos los derechos reservados ©
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