En la vida de Faye no hay nada que la ilumine, sumida en su rutina compartiendo sus días con un desconocido, si bien ya lleva varios años de casada con un hombre que si apenas la mira a los ojos, a su corta vida siente que ya todo está perdido. Sus sueños son solo eso y su idea del amor ya se a marchitado, piensa que no tiene porque molestarse en perder algo que nunca a tenido. ¿Qué pasará cuando reciba diariamente ramos acompañados con cartas y versos de un admirador secreto? Quien se empeñará en revivir ese sentimiento que Faye creía estaba muerto. ~La palabra escrita es un puente entre los corazones distantes.~