Jamás pensé conseguir un ídolo tan grande como el. Sinceramente fue más que un ídolo. Cómo un hermano perdido que encontré por medio de sus palabras en sus canciones. La misma vida, los mismos problemas, los mismos padres rotos, pero diferente suerte. Quién le conoce no niega que su talento, capaz de transmitir tanto en frases cortas y expresiones poco ortodoxas; luego estoy yo encontrando un manto que cobijarme en dichas líricas. Él empezaba su familia igual que yo, pero a diferencia mía, el no la ignoraba en busca de atención de su ídolo. Pudo por medio de su pasión superar y entender aquellos reflejos que todos tenemos de nosotros mismos e inevitablemente odiamos, yo seguía sentado dialogando a lágrimas con esos visos de mí mismo que jamás supe dejar ir. Él salía de sus problemas mientras yo me hundía en los míos cada día más. Cómo una cobija que nos absorbe en su calor y nos hace sentir que afuera el mundo es un lugar horrible. Él tenía apoyo, yo no supe ver el mío a tiempo. El era Marshall Mathers, Yo solo era Stan. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Está obra es de mi total autoría (La reproducción parcial, adaptación o apropiación de la misma no esta permitido. La idea surgió tras oír la Canción: Stan, de Eminem. Esta historia está basada en dicha canción, por lo cual, para comprender mejor la historia, escucharla primero puede dar una pista de que va toda la temática. Leer la letra es primordial para comprender el curso de eventos narrados en el relato. Escrita por: Castilians (@SaurieCassiedi).
10 parts