𝗔𝗬𝗟𝗜𝗧𝗣 || 𝘂𝗻𝗼

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— Un mes. Es lo que lleva sin hablarme, un maldito mes.-Repitió Laura sin dejar de comer las galletas que les había traído la señora Weasley.
— El niño pijo de papi no merece tu tiempo, olvídate de él.-Engullía la comida George.
— La tienda está a punto de abrir.-Apareció Fred por el umbral de la puerta con una sonrisa adornando su rostro.

Se encontraban en sortilegios Weasley, la joven llevaba varios días acudiendo al lugar antes de que abriese para hablar con sus amigos, las cosas en la mansión Malfoy eran muy tensas e incómodas.

— He de irme.-Cogió su capa.
— Quédate, puedes ayudarnos con la tienda y venir a dormir a casa, mamá te echa de menos.-Sugirió Fred.
— Yo voto por eso.-Sonrió George.

Lo meditó por unos segundos y aceptó, no iba a permitir que los errores de su pasado la atormentaran.

— Avisaré a tu madre.-Respondió la castaña mientras ellos chocaban puños.

— ¿Dónde demonios está?-Preguntó Blaise.
— ¿De quién hablas?-Tomó Draco un sorbo de su bebida.
— De mi abuela. Sabes bien de quién hablo, Malfoy.-Contestó con sarcasmo.
— No lo sé, pero me gustaría saber desde cuándo me llamas Malfoy, Zabini.-Lo miró a los ojos.
— Son tiempos difíciles, no os peléis, por favor.-Se interpuso Theo.
— Vamos a mi habitación.-Lo agarró el moreno de la mano.

Y sí, así era, las cosas habían cambiado, solo llevaban un mes y medio de vacaciones de verano y el grupo de amigos se había dispersado. El ascenso de Voldemort hacia el poder era rápido pero silencioso, no había reclutado a Astoria, la calificaba como inepta y torpe, pero permitía que se quedase en la mansión Malfoy como favor a Lucius. Marcus se había marchado con sus abuelos al norte de Reino Unido, sus padres lo habían considerado  la mejor opción para protegerlo. Si solo supierais todo lo que había ocurrido en tan poco tiempo no os lo creeríais.

— Debes calmarte, no podemos separarnos.-Besó los labios de Blaise.
— Estoy tan enfadado, Astoria es la razón por la que Flint no está aquí y por la cual Delacour se pasa el día entero con las fotocopias Weasley.
— Vámonos.
— ¿A dónde?
— A bajarte esos humos.-Rió Theo antes de desaparecerse junto a su novio.

— Hay un cliente aquí afuera buscando un caldero de broma.-Anunció una cabellera castaña asomando su cabeza entre unas cortinas.

Harry encontró muy familiar esa voz, giró para comprobar de quién provenía, y una leve sonrisa se dibujó en su rostro.
— Potter.-Saludó con alegría.
— Delacour.-Devolvió el gesto.
— Está bien, Laur, ya voy.-Dijo George rápidamente.-Coge lo que quieras, ¿vale, Harry? Y ni se te ocurra pagar.
— ¡Cómo que no!-Exclamó Harry que ya había sacado su bolsa de dinero para pagar por los Detonadores trampa.
— No, aquí no pagas.-Insistió la francesa aportando el dinero que le ofrecía.
— Pero...-Trató de hacerla entrar en razón.
— No permitirán que les pagues, tú les distes el dinero para empezar el negocio y no lo han olvidado.
— Llévate lo que te apetezca, y simplemente, si preguntan acuérdate de decirles donde lo has encontrado.-Se acercó Fred.

La mano del pelirrojo se acomodó en la cintura de la joven y ese gesto no pasó desapercibido para Harry.

— No sabía que fueseis amigos.-Añadió la fotocopia.
— Que no se oiga por ahí.-Respondió Harry.
— Somos enemigos acérrimos.-Le guiñó un ojo la metamorfomaga antes de que Fred se llevara a Harry de regreso a la parte principal de la tienda.
— Laura.-La llamó Blaise.
— Chicos, ¿qué hacéis aquí?-Los llevó a un lugar un poco más apartado.-Podrían veros, no es seguro.
— Lo mismo podríamos decir de ti.-Comentó Nott.
— Hoy es diferente, mi padre está en casa, con Bella y Cissy.-Explicó la joven.
— Te he echado de menos.-La abrazó repentinamente Blaise.
— Nos vimos ayer.-Sonrió con ternura.
— Apenas hablamos por culpa de la vigilancia que tenemos encima.
— Voy a dar una vuelta.-Dijo Theo al notar que quizá querrían algo de intimidad.

— Volveré mañana, lo prometo.-Suspiró Laura una vez el slytherin se había alejado.
—  Me da igual lo que estés haciendo con él, en serio, lo único que necesito es que vengas a darnos un poco de cordura. El señor tenebroso sospecha de tu lealtad, ha puesto a tu padre a prueba.-Informó el moreno.
— Mañana a las 7, en las cocinas de la mansion Malfoy.-Cortó la conversación al ver a Adrian Pucey acercarse.
— ¿Es ese Malfoy?-Cuestionó mentalmente Zabini.
— Con Cissy, ¿qué hacen aquí?-Lo miró con confusión.
— Hey Adrian, ¿me permites?-Agarró a Blaise y Laura del brazo.-Muchas gracias, espero verte en el campo este año.-Se despidió Theo sacándolos de allí.

Los arrastró hasta el exterior del local y siguieron a Draco y a su madre sin que lo notaran. La curiosidad por saber que estaban tramando y el porqué no los habían llamado les estaba matando.

El crujido de una rama hizo que Laura girase su cabeza con rapidez, no había nadie allí.

— Homenum Revelio.-Murmuró para sus adentros y pudo apreciar al trío de oro apretujados bajo una capa de invisibilidad, al igual que ellos, querían saber que estaba ocurriendo.
— Mierda.-Susurró Ron al darse cuenta de que los había descubierto.

La francesa le guiñó un ojo y Harry contestó al pelirrojo con un « Estamos a salvo. » a lo cual sus amigos lo miraron con el ceño fruncido.

— ¿Qué miras?-Preguntó Theo.
— Nada, juraría haber visto un micropuff de Sortilegios Weasley.
— Vaya, vaya, pero que tenemos aquí.-Se lamió los labios Fenrir. Los sacó del arbusto y los llevó hasta donde estaban los Malfoy.-Los he encontrado merodeando por aquí, o podría decir, cotilleando.-Los tiró al suelo.
— Son mis niños.-Los ayudó Narcissa a levantarse.
— Tienes unos niños muy problemáticos.-Replicó Greyback con asco.-Sobre todo estos dos de aquí.-Señaló a Laura y a Blaise.-El otro todavía es lo suficientemente inteligente como para quedarse callado.
— Vete, ya me encargo yo.-Pidió la mujer.
— Esto no le hará gracia al...
— Llamaré a Severus, gracias.-Lo interrumpió.

Tras unos murmullos y quejas inaudibles para los magos, el hombre lobo se marchó. La bruja se cruzó de brazos y los miró en busca de una explicación.

— Ya nos íbamos.-Aseguró Theo.
— No me permitían contároslo.-Habló Narcissa.-No confían en vosotros tres, pero me alegra ver que aún sois un equipo, a diferencia de mi hijo.-Miró a Draco molesta.
— A mí no me mires.-Rodó el rubio sus ojos.
— Hola, Draco.-Dio Laura unos pasos hacia delante para enfrentarlo cara a cara.

Sus ojos conectaron con los del chico por primera vez en meses y pudo observar como rápidamente la petulancia y chulería que lo rodeaba se esfumaban de su mirada y eran remplazados por tristeza y amor, admiración incluso.

— Francesa.-Respondió Malfoy.
— Que yo recuerde, ese no es mi nombre.
— Cuando te merezcas que lo recuerde, te llamaré por él.-Apartó su mirada tratando de sonar mezquino.
— ¡Draco!-Lo reprendió su madre.

Una sonora carcajada de la castaña lo hizo mirarla con confusión, ¿de qué se estaba riendo?

— Me río de ti, y de cómo crees que me trago tus palabras, buenas noches Draquito.-Le dio unas palmaditas en el hombro.-Buenas noches, mamá.-Abrazó a Narcissa.
— Ten cuidado, vuelve a casa pronto.-Acarició su cabello tratando de memorizar su aroma.

Era algo que la señora Malfoy siempre hacía antes de separarse de uno de sus hijos en caso de que no los volviese a ver.
Los magos caminaron de vuelta a sortilegios Weasley y planearon lo que harían el resto del verano, ya que no tenían ganas de seguir amargados.

— Mañana.-Dijeron una vez habían llegado a la entrada, era muy tarde y apenas quedaban dos o tres clientes en el establecimiento.
— Mañana.-Repitió Delacour con pesadez y gracia.
— Buenas noches.-Se despidió la pareja.
— Buenas noches abuelos.-Rodó sus ojos y se despidió con la mano para ver cómo desaparecían.
— Te quieren, realmente lo hacen.-Comentó Fred desde la puerta.
— Claro que lo hacen.-Afirmó para voltear a mirarlo.
— Siempre han sido mis favoritos de tus amigos.
— No puedo opinar, es como tener favoritos en tus hijos.-Rió acercándose con peligrosidad al joven.
— Mis padres lo tienen, es obvio que soy yo.-Bromeó.
— Tal vez tú seas mi favorito.-Rodeó el cuello de Fred con sus brazos.
— Estoy seguro de que George puede cerrar sin mí, está todo recogido.-Rozó sus labios con los de Laura.

𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐬𝐭 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐭? || Oliver Wood, Draco M. , Tom RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora