𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐬𝐭 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐭? || Oliver Wood, Draco M. , Tom R

𝗔𝗬𝗟𝗜𝗧𝗣 || 𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲

— Se-señor...- La cara de Blaise empalideció, podía notar como estaba a apunto de hacerse pis encima.
— He dicho silencio, los aurores estarán a punto de llegar, porque vosotros, niños insolentes, habéis decidido hacer magia siendo menores de edad.- Habló Voldermort mientras observaba a ambos niños.-Delante de sucios muggles... Ya vienen.

El señor tenebroso agarró a la joven de la camiseta para desaparecerse en cuanto vio a los aurores llegar.

— ¡No, espera! ¡Blaise! - Se soltó ella del agarre y abrazó a su mejor amigo.

El mago se esfumó y los adultos capturaron a ambos chicos, llevándolos hasta el ministerio de magia, más específicamente, al departamento de regulación de magia, junto a Dolores Umbridge.
Los hicieron sentarse en unas sillas en frente de la cara sapo, como en los viejos tiempos, cuando estaban castigados en Hogwarts.

— He oido que habéis estado haciendo magia fuera de la escuela.- Dijo la mujer con su chillona voz.
— ¿Tú crees? Y yo que pensaba que habíamos venido a saludarla.- Rodó el moreno los ojos.
— Más respeto jovencito, como ustedes bien ya saben, el uso de magia ilegal, y más contra unos inocentes muggles, tiene unas graves consecuencias.
— Señora, como usted bien ya sabe, me importa una mierda las consecuencias que mis actos tengan.
- ¡Cuide ese lenguaje, Delacour!-Se levantó de su asiento.-Viene a nuestro país, donde la acogemos con amor...

«Oh no, más le vale no decir lo que esta a punto de decir.» Pensó Laura, a parte de clasista, la mujer era racista.

— ¡Y usted nos devuelve el favor comportándose de este modo! Es inaceptable y nos haría un favor volviendo a Francia, Londres no es el sitio adecuado para ti, querida. Y Señor Zabini...
— Yo soy de Birmingham, nací aquí.-La interrumpió con el ceño fruncido.
— Oh.-Se tomó una pausa para recuperar la compostura.-Está claro que he de tomarme la justicia por mi propia mano... Sin que nadie lo sepa.-Sacó su varita.-Cruciatus.-Apuntó con una sonrisa al moreno.

Blaise empezó a retorcerse de dolor y la francesa intentaba parar la escena, pero algo la paralizaba, se sentía paralizada.

— ¡Esto es Ilegal! ¡Suéltalo!- Suplicaba la joven bruja mientras veía a su mejor amigo al borde de las lágrimas.
— Vuestro nacimiento sí debió haber sido ilegal, niños asquerosos.

Los ojos de Delacour se volvieron completamente negros, como la oscuridad de la noche, sus pensamientos estaban centrados en la legeremancia, intentaba meterse en la mente de Dolores sin éxito alguno.
Tras un par de intentos, la conexión de la varita de la cara sapo con el cuerpo de Zabini se rompió, un humo negro y espeso ambientó la habitación, lo cual hizo que la adolescente pudiese coger de la mano a su amigo y desaparecerse.

— ¡Otra vez no! - Chilló Umbridge al ver que los dos magos ya no estaban.

Ambos niños cayeron contra el frío suelo de la habitación de Blaise, el cual seguía llorando débilmente y la chica lo abrazó.

— Blaise, Blaise, ¿Blaisy?- Lo zarandeó ella asustada al ver que no se movía.
— E-estoy bien, tranquila.-Tartamudeó intentando incorporarse.
— Joder te ha hecho pollo frito, debería llamar a alguien.
— Solo necesito descansar, nadie debe saber nada sobre esto.-Se apoyó en ella para recostarse en su cama.

La castaña lo ayudó con torpeza y se sentó a su lado, acariciando su cabello.

— El señor tenebroso va a echarnos una buena bronca.- Rió Blaise cansado tratando de calmar el ambiente.

La francesa se limitó a esbozar una ligera sonrisa para ocultar su preocupación, eran demasiadas desgraciadas y desencuentros los que habían sufrido, no quería perder a nadie por el camino.

— Duérmete, estás muy herido.-Se levantó.
— Estoy bien, en serio, pero descansaré un poco si eso te hace sentir mejor.
— Gracias.
— ¿En que piensas?
— En que claramente alguien te quiere muerto.
— No me sorprende.
— No puedo creer que dudase de tu nacionalidad.
— Hay muchos prejuicios contra mi color de piel, francesa.
— Es tan injusto, porque no pueden entender que...
— No empieces con tus debates políticos sobre los valores de las personas no-blancas ni el empoderamiento femenino.-La interrumpió para después reír.
— No es justo.
— Lo sé, pero es lo que hay, ¿cierto?
— Todos tenemos problemas.-Asintió con una sonrisa amarga.
— Eso es.- Le devolvió la sonrisa con dificultad, su cuerpo le dolía, apenas podía respirar.- No me sorprendería si ponen a un psicólogo este año en el colegio.
— Esperemos que no sea así. Estaré en mi dormitorio, necesito hacer algo pero volveré y dormiré contigo esta noche, si necesitas algo avísame.-Añadió Laura justo antes de salir de la habitación.
— ¡Delacour! Espera por favor.-La agarraron por el brazo una vez estuvo en el pasillo.