𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐬𝐭 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐭? || Oliver Wood, Draco M. , Tom R

𝗔𝗬𝗟𝗜𝗧𝗣 || 𝗼𝗻𝗰𝗲

— Buenos días.-Sonrió Blaise cuando Laura abrió los ojos.

Delacour pegó un grito y el moreno se tapó los oídos.

— No me mires mientras duermo, es raro y da miedo.
— Me alegro de que pienses así porque no fui el único que lo hizo.

Laura frunció el ceño, no entendía a que se refería hasta que escuchó un "Buenos días" En su oreja.

— ¡Draco!-Se sobresaltó.
— Anoche te dormiste.-Respondió este con cierta molestia.
— ¿Qué?
— Nos íbamos a ver, vine, nos besamos y te dormiste.
— Lamentable.-Se burló Blaise de Draco.
— Estaba cansada.-Se excusó la francesa.

El platinado se tumbó a su lado y Blaise tomó el relevo para hablar.

— Me alegra que Draco empiece a entrar en razón, es insoportable el sentimiento de soledad.
— Ay huroncito, no hace falta que finjas, sabemos que no puedes vivir sin nosotros.-Se rió Laura.

Draco sonrió con sinceridad, era cierto, por mucho que tratase de alejarse de ellos le resultaba imposible hacerlo, al fin y al cabo, sus amigos lo eran todo para él.

— Vosotros tampoco podéis vivir sin mi.-Se defendió.
— Voy a bajar a desayunar, Os espero abajo.-Se levantó Blaise de la cama dejándolos solos.

Los grisáceos ojos del platinado chocaron contra los de la francesa, pronto comenzaron a examinar las angelicales facciones de su rostro, sin poder evitar pensar en lo mucho que la necesitaba. No veía un futuro en el que esa bruja no estuviese a su lado.

— ¿Tengo algo en la cara?- Alzó la castaña una ceja.
— Solo admiraba tu belleza.-Se encogió de hombros Draco provocando que un leve rubor apareciese en las mejillas de Laura.
— Oh, cállate.-Le pegó con la almohada antes de levantarse.
— ¿Nos vemos luego?-Preguntó Malfoy esperanzado.
— Claro huroncito.-Asintió ella viendo como se marchaba.

Se acercó a la ventana de la habitación y la abrió, apoyando sus codos en el alféizar. La suave brisa mañanera despeinaba sus cabellos color chocolate y ella solo cerró los ojos para disfrutar de ello. Dentro de poco, estarían de vuelta en el colegio y no podría hacer lo mismo ya que sus habitaciones daban al lago negro.

— ¿Haces algo hoy?-Se posicionó Tom a su lado.
— Buenos días.-Giró su rostro para mirarlo.- Ya que preguntas, estudiaré inglés y seguiré investigando sobre tu identidad, mi padre quiere que mejore el idioma antes de empezar el curso, el racismo hacia estudiantes de otros países se esta haciendo más presente.-Recordó las palabras de Umbridge.

Usualmente no era algo que le molestaría, pero sus comentarios fueron hirientes y se ganaron un sitio en el corazón de Delacour.

— Déjame ayudarte.
— No quiero ser una mo...
— Insisto.-La interrumpió Tom y ella accedió finalmente con una sonrisa.- Por lo que he escuchado decir a tu novio, hoy tus amigos se van a comprar material para el colegio y los adultos tienen reunión en casa de los Flint.
— Él no es mi novio.-Suspiró antes de alejarse de la ventana.
— Por lo visto, Malfoy comete los mismos errores, estúpido y arrogante.-La siguió por la habitación haciendo que ella soltase una carcajada.
— Solíamos salir, pero él debe casarse con otra chica, cosas de ricos.-Sacó un suéter de su armario y se lo puso.

Era un caluroso día de verano, pero en la mansión Malfoy siempre hacía frío, por lo que llevar unos pantalones cortos de pijama y una camiseta de tirantes no era el mejor atuendo.

— ¿Cuánto tiempo tienes aquí?-Cuestionó Laura, no quería quedarse sola durante el resto del día.
— Eso es algo de lo que no debes preocuparte, mi magia mejora por cada minuto que paso aquí, si mis cálculos no fallan tengo tres horas aquí, si vuelvo por cinco minutos dos minutos antes de que las tres horas hayan pasado, podré quedarme aquí 12 horas más.
— Realmente eres brillante, me impresionas.-Rió Laura abriendo la puerta de la habitación.- ¿Vienes?

Tom se lo pensó por unos segundos, cuando se apareció escuchó la conversación de los Malfoy y sabía que se irían de la casa dejándola a ella, Zabini y Nott solos.

— Por supuesto, después de ti.-Se acercó el pelinegro.

Ambos caminaron al comedor y para su suerte, no había nadie allí.

— Cuéntame más sobre ti.-Pidió ella con curiosidad cuando estaban desayunando.
— Primero debes comer.-Dijo él observando el tic que la chica tenía en sus dedos, sabía perfectamente lo que ese tic significaba.

A él le causaba una sensación desconocida en su estómago cuando la veía, y ese sentimiento aumentaba cuando ella actuaba con dulzura con él, era como ver a una niña de cinco años viendo algo nuevo para ella.

— Está bien pero cuéntame sobre ti.-Asintió ella untando mantequilla en su tostada.

Antes de que el pelinegro pudiese abrir la boca, una ebria Emma entró en el comedor. La cabeza de la francesa se mantuvo agachada y los celestes ojos de su madre se fijaron en el chico.

— Tommy, el verdadero amor de mi vida.-Arrastró las palabras.

Laura estaba confundida, ¿a qué se refería su madre? Pero la mujer solo se acercó al muchacho y lo abrazó, o al menos eso intentó.

— Aparte sus brazos de mi cuerpo, ahora.-Ordenó Tom causando que un escalofrío recorriese el cuerpo de la castaña.

En cambio, eso pareció atraer más a Emma.

— No seas tonto cariño, nunca antes me había sentido tan viva y feliz como cuando te conocí, ni siquiera en el nacimiento de esa mocosa.
— No la conozco de nada, apártese.-Pidió él antes de sacar su varita y apuntarla con ella.

La madre de Laura alzó sus manos en son de paz y se marchó por donde había venido, dejando tras de sí un olor de alcohol.

— ¿Os conocíais?-Preguntó la metamorfomaga alzando una ceja a lo que él respondió con un "Es complicado."- Parece que vas a tener que contarme muchas cosas.

Tom no pudo evitar sentirse confundido ante su risa, supuso que era algo habitual que su madre se avalanzara sobre magos de 16 años sin previo aviso.

— ¿Por qué dejas que te destruya así?-Cogió un trozo de su tostada.
— ¿Qué me destruya cómo?
— Así, humillándote de la gente, haciéndote sentir menos importante.

Ella centró su atención en él y lo miró, perdiéndose en su oscura mirada.

FLASHBACK

— La detesto.-Repetía ella una y otra vez dando vueltas en su habitación.
— Mátala.-Sugirió el adolescente con simpleza.

Los ojos de Delacour se iluminaron, un brillo especial apareció en su mirada, tal vez no fuese tan mala idea.

FIN FLASHBACK