Love | 3

186 28 36
                                    

Las luces, iluminaban el bello festival que había en la ciudad, era algo muy tradicional, y aunque él ambiente fuese bullicioso, en el aire se respiraba una sensación agradable, la gente estaba pasándola bien, incluyendo al grupo de amigos que caminaban en el lugar.

Se distraían un poco viendo los puestos, comprando comida, hablando, disfrutando del momento...

Aunque, poco a poco el grupo se fue separando al distraerse por algún motivo, dejando a Tsukinose y Ameno solos.

–... Itsuki, ¿me acompañas?– Rompió el silencio el de orbes platinados, esperando con atención la respuesta del contrario.

–Claro.– Respondió de forma relajada, aunque notó que su amigo parecía estar algo nervioso. Aunque prefirió no preguntar para no incomodarlo.

...
...
...

Ameno y Tsukinose habían ido a un puente que estaba decorado acordé al festival, los peces nadando en el río, junto con la luz de la luna reflejada en el agua, hacían de la vista algo precioso.

Nao comenzaba a ponerse aún más nervioso, desviaba mucho su mirar, movía sus brazos levemente, y su cabeza estaba hecha un desastre al buscar las palabras correctas para hablar.

Aquello fue bastante obvio para el contrario, no era tonto, por lo que decidió poner sus manos en el barandal. –¿Te ocurre algo? Mueves mucho los brazos cuando estás nervioso.– Le comentó.

Eso sorprendió al más alto. Al voltear se dió cuenta que el de cabello cobrizo lo estaba mirando, sus ojos entrecerrados que buscaban preguntas y su mirada seria... Sentía que esos ojos miraban hasta el fondo de su alma.

Sin darse cuenta su cara se volvió un poema, sus mejillas tintadas de un tono carmesí, junto con una pequeña sonrisa asomándose, y sus ojos. Reflejaban todo el amor que sentía hacía el jóven.

–Itsuki... Me gustas, me gustas desde hace años, eres un chico... Maravilloso, fuerte, valiente, no temes decir lo que piensas, aunque a veces tengas un mal genio, me haría muy feliz, si quisieras ser mi novio..– Expresó.

Aparto la mirada, muy ansioso y nervioso por lo que respondería el contrario, se aferró al barandal con fuerza, sintiendo como el corazón se saldría de su pecho. Aunque de pronto sintió la mano del más bajo encima de la suya. Acariciándola.

Itsuki hizo que el jóven volteara para mirarlo, sorprendiendolo con un suave, pero a la vez decidido beso, del cual al separarse Musitó;

–Tu me gustaste desde que nos conocimos... Eres un idiota a veces, pero eres el chico más dulce y amable que he conocido, me gustas... Me gustas mucho.– Expresó con una suave sonrisa, a la par escondiéndose en su los cabellos del contrario.

La situación era muy adorable, dos jóvenes en un puente, tomados de la mano, enamorados... Entre risitas y coqueteos inocentes.
Ambos pasaron esa noche hablando, regalandose algún beso aquí y allá. Dedicándose el amor que se habían estado guardando.

Mientras que, sus amigos ya los divisado a la lejanía, más no quisieron interrumpir el momento, solo se alegraron por ambos, en especial Mitsue. Quién se sentía orgullosa de haber sabido que terminarían juntos.

...
...
...

El tiempo pasó volando, tanto que la temporada de lluvias había llegado, en todo ese tiempo la relación de Nao e Itsuki se había fortalecido bastante. Realmente era un amor muy sano, dulce, perfecto...

–¿Sabes Itsuki?... A veces extraño al profesor Sakurai.– Le comentó melancólico, mientras ambos caminaban tomados de la mano. La casa de Tsukinose quedaba más cerca de la universidad a la que ambos asistían, pero por precaución siempre se despedían varias cuadras antes.

–Yo igual. Es él único maestro que me caía bien del instituto.– Mencionó, le alegraba que aquel hombre siempre fuera comprensivo con el grupo. Quizás demasiado.

–¡Si! ¿Recuerdas que no te dijo nada cuando golpeaste a ese tipo? Se lo merecía...– Dijo esbozando una sonrisa burlona, mientras ambos detenían el paso al llegar a su destino.

El más bajo se colocó frente de él, parándose levemente de puntitas, rodeando su cuello con el fin de abrazarlo y unir sus labios en un largo y cálido beso.

El contrario fue colocando sus manos en la cintura de su novio, sus besos se sentían dulces... Y le alegraba que no hubiera gente cerca, aunque sabía que no debía sobrepasarse con él.

–M-mhh... Bien.. ya se está haciendo tarde, cariño.– Dijo separando sus comisuras de las del jóven, mirándolo con esos ojos entrecerrados llenos de amor, pues sabía cual loco volvían al de cabellos platinados.

–Esta bieeen..– Hizo un sutil puchero, realmente odiaba tener que irse a su casa, prefería estar con él, cualquier lugar era mejor que estar con su madre. Aunque no había otra opción por ahora.

Ambos se dieron un beso más corto, separándose para luego despedirse con la mano, un; "hasta mañana", para después cada quien siguiera con su respectiva ruta.

Lamentablemente, si había alguien viéndolos a los lejos, una chica había estado grabando la situación.

–¿Ya vio el vídeo?...– Se llevó su dedo a la mejilla, rascandose un poco nerviosa, esperando a que contestarán al otro lado de la línea. –Bien, ¿Cuando me llegará el dinero que me prometió? Ya tiene lo que quería.–

–Muchas gracias jovencita, te enviaré el dinero a tu cuenta en una hora, debo arreglar algunas cosas con mi hijo.– Contestó la mujer que estaba al teléfono, era la señora Tsukinose.

Edit: 09/11/2024

🌸Accomplice | Hoshiai No SoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora