Problematico Amor

Veneno

N/Sakura

Dormía plácidamente cuándo los rayos del sol comenzaron a molestarme en el rostro, con pereza abrí mis parpados y de inmediato los cerré, me gire sobre la cama para poder acostumbrarme a la luz de la habitación, luego de parpadear un par de veces por fin conseguí mantener mis ojos abiertos, centre mi mirada en un el color de la pared frente a mi, esta no se parecía en nada a mi habitación, arrugue el entrecejo y me alce para mantenerme sentada, mi rostro giro 180° grados para observar a mi alrededor y tratar de reconocer aunque sea algo, »Una puerta, al parecer era la principal... Sobre la misma pared una cajonera y a la esquina otra puerta, al parecer el baño... Un tocador y a su lado un perchero... Del otro lado de la habitación hacia la esquina una ventana y por último mesitas de noche a lo lados a juego de la recamara« medite mientras observaba cada cose en la habitación, ante la negativa de reconocer algo baje mis pies de la cama, aún descalza me alce y estire mis extremidades entumidas... Sentia como si una aplanadora hubiese pasado sobre mí.
Por lo que con algo de chakra medico relajaba los músculos de hombros y cuello, visualice la mesita de noche a lado de la cama poniendo mas atención y en está se encontraba una jarra de agua y un vaso, mi mirada ahora se dirigió al tocador del otro lado de la habitación el cual contaba con espejo  y sobre este estaba mi estuche de kunai. Mis labios formaron una línea, »Yo seguia sin recordar algo de esto«.
La pequeña cajonera a lado de la puerta destaco ante mi vista, encima de está se encontraba mi mochila de viaje, corri hacia la ventana de lado contrario de dónde me encontraba y abrí las cortinas, mi rostro se asomo por la figura cuadrada y visualice el pequeño poblado reconociendolo casi de inmediato, mis ojos se abrieron con sorpresa y los recuerdos llegaron a mi. »La misión, el bosque...Shikamaru«
Mi boca repentinamente habia formado una "o" e instintivamente mis delgados dedos cubrieron mis labios, tramitando saliva mi mirada recorrió ahora toda la habitación en busca de algún indicio del moreno: Equipaje, porta Kunais o algún alguna ropa en el perchero.
Sentí mi rostro arder al tan solo pensar en haber compartido habitación con él, o aún mas, la cama.
Ahora mis manos cubrieron mi rostro con vergüenza, pues ahora recordaba mi dramática escena de desmayo »¡Que tonta!« Me regañe mentalmente ante aquel descuido, se supone que soy una kunoichi, una fuerte que peleo en la guerra ninja, la disipula de la quinta hokage, y solo me deje vencer por el cansancio, que vergüenza ante Shikamaru que me haya visto tan vulnerable, chasquee la lengua ante ese pensamiento.

Mire para todos lados continuando mi "ardua búsqueda" del Nara en la habitación, para mi buena suerte no había tal indicio, por lo que exhale aire calmadamente, mi estómago gruño amenazante por algo de alimento, suspiré y me dirigí al baño, podía tolerar algunos minutos más sin comida antes de que los líquidos gástricos me pasaran factura, mi cansancio se alivianaria aún mas con la ducha que con urgencia necesitaba.

///////////

N/Shikamaru

Mi sueño rápidamente fue interrumpido ante pensamientos y "sueños" negativos, apenas y habia pegado el ojo unas cinco horas antes de levantarme nuevamente de la cama, el sol ya habia salido, por lo que los lugareños ya habían abierto sus negocios, no voy mencionar que fue fácil llegar a la posada, par empezar, Sakura habia desfallecido de cansancio y yo estaba por seguirle, con la poca fuerza que me quedaba llegamos aquí, al principio la pareja que me atendió pusieron ojos inquisidores al presentarme con una mujer en brazos y aun mas inconsciente, por lo que solicitar dos habitaciones separadas y pedir una jarra de agua no fue motivo suficiente para verme con desconfianza, a mi pesar y bastante fastidiado tuve que dar una breve explicación a la señora que me habia acompañado para abrir la habitación de Sakura.

-Somos de Konoha, no hemos descansado en casi tres dias porque nos solicitaron de emergencia.

Fue mi explicación breve pero directa, aun la vi alzar su canosa ceja y cruzandose de brazos con incredulidad en el rostro, o eso creí.